Corea del Norte: Fusilamientos con público y cañones AA

Sangrientas ejecuciones y esclavitud sexual: el crudo relato de una desertora norcoreana

Hee Yeon Lim, de 26 años, huyó en 2015 a Corea del Sur con su madre y su hermano, y hoy vive en la clandestinidad. La joven contó las atrocidades que tuvo que presenciar por orden de la dictadura de Kim Jong-un
Infobae



Cada vez son más los relatos que salen a la luz respecto a las atrocidades cometidas por el régimen de Kim Jong-un en Corea del Norte. Hee Yeon Lim, una joven de 26 años que logró huir del país, contó aberrantes historias de las que le tocó ser testigo.

En diálogo con Daily Mail, la desertora comentó que, entre otras, cosas que vio cómo 11 músicos fueron ejecutados brutalmente con una especie de ametralladora que es utilizada para derribar aviones de guerra.

La dictadura de Pyongyang hace de sus ejecuciones un culto. Por eso no resulta extraño que Lim haya sido una de las 10.000 personas que presenciaron el brutal asesinato de los músicos acusados de haber realizado una película pornográfica.


Kim Jong-un ha ordenado brutales ejecuciones

"Fueron sacados, atados, encapuchados y amordazados. Lo que vi ese día me enfermó. Fueron azotados hasta que fueron ejecutados por los cañones antiaéreos", narró la joven norcoreana. En el momento de la ejecución, "el ruido era ensordecedor, absolutamente aterrador".

"Sus cuerpos fueron volados en pedazos, quedaron totalmente destruidos (…) Había sangre y trozos de cuerpos por todas partes. Después de la ejecución, los tanques militares se movilizaron para pisar las partes de los cuerpos esparcidas", agregó a su crudo relato.

Lim, hija de un coronel del Ejército norcoreano, aseguró que varias de sus compañeras de clase también sufrieron los atropellos del régimen al ser utilizadas como esclavas sexuales.


Miles de personas deben asistir a los sangrientos asesinatos (Reuters)

Al ver semejantes imágenes, la joven decidió cambiar su vida.

Consciente del peligro que suponía, cambió su nombre y en 2015 huyó con su madre y su hermano a Seúl, Corea del Sur.

Ahora debe vivir en la clandestinidad y no puede revelar su paradero, por temor a represalias de la dictadura de Kim Jong-un.