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martes, 27 de noviembre de 2018

Cómo será la seguridad del G20

Cómo será el despliegue militar nacional e internacional durante la cumbre del G20 

Además de las unidades controladas por Argentina, se espera la participación de buques y aviones estadounidenses y otros países han aportado equipo para controlar la seguridad del evento que reúne a los líderes de los países más poderosos del mundo





Por Germán Padinger | Infobae



El presidente argentino Mauricio Macri durante la cumbre de ministros de finanzas y directores de bancos centrales realizada en julio

A cuatro días del inicio de la cumbre de líderes del G20 en Buenos Aires, Argentina, los reportes y rumores sobre el despliegue militar y de seguridad en el evento siguen dando que hablar.


Nunca antes la capital argentina recibió a tal cantidad de líderes mundiales de las principales potencias, muchos de los cuales están trenzados en conflictos comerciales y geopolíticos importantes y que representan a países con históricos intereses en juego.

Al respecto, las fuerzas armadas y de seguridad de la Argentina, afectadas por décadas de falta de presupuesto, debieron reequiparse para hacer frente a los desafíos en seguridad de la que probablemente sea la cumbre más importante, y peligrosa, del mundo, especialmente luego de una serie de atentados limitados ocurridos en la ciudad de Buenos Aires por militantes anti-G20 e, incluso, presuntos miembros del grupo libanés Hezbollah, pero también de la frustrada final de la Copa Libertadores del sábado entre River y Boca.

Se cree que al menos seis aviones de ataque I.A. 58 Pucará, cuatro cazabombarderos A-4AR Fightinghawk y seis aeronaves de entrenamiento I.A. 63 Pampa III pertenecientes a la Fuerza Aérea Argentina participarán del operativo para proveer seguridad aérea, mientras que 13.400 efectivos de la Policía Federal, la Prefectura Naval, Gendarmería y la Policía de Seguridad Aeroportuaria trabajarán en tierra.


Cañones antiaéreos Oerlikon de 35 mm

Además, recientemente se compró un director de tiro Skyguard para las baterías de cañones antiaéreos Oerlikon de 35 mm utilizadas por la Argentina.

Los diferentes anillos de seguridad comenzarán a desplegarse por la tarde del miércoles 28 de noviembre y el 29 entrarán en rigor la Zona Aérea Exclusiva, el cierre de aeropuertos y limitación de los servicios. Esto se mantendrá durante desarrollo de la cumbre entre el 30 de noviembre y el 1 de diciembre. A las 22:00 (hora local) de este último día comenzará el desmantelamiento del operativo.

Las principales áreas afectadas serán el centro de convenciones de Costa Salguero, donde tendrá lugar la cumbre, el contiguo Aeroparque Jorge Newbery, el museo de arte MALBA y el Teatro Colón.

El aporte de los Estados Unidos

Hasta el momento se espera que el despliegue militar más importante realizado por una potencia extranjera sea el de Estados Unidos, país con históricos lazos en la región y buena relación actual con el gobierno argentino, con el cual ha cooperado con sus ministerios de Defensa y Seguridad.

Se ha reportado que un contingente de cerca de 800 personas acompañarán al presidente Donald Trump a Buenos Aires, volando en al menos 10 aeronaves de pasajeros y carga, incluyendo los enormes Boeing C-17A Globemaster III, que ya comenzaron a llegar a la Argentina, además del Air Force One del mandatario. Se trata de una flota muy superior a la de otros países que participarán en la cumbre.

De portaaviones, helicópteros y destructores

Pero, además, en los últimos meses se ha especulado desde diversas fuentes, incluyendo la agencia de noticias estadounidense Voice of America, que Washington podría enviar un portaaviones nuclear a la región del Río de la Plata, sobre el océano Atlántico, o bien a una latitud similar pero sobre el océano Pacífico.

Infobae intentó corroborar con la embajada de los Estados Unidos en Argentina sobre la posible llegada de un buque de estas características, pero por cuestiones de seguridad no hubo confirmación ni negación oficial.

De efectivamente llegar a Sudamérica el inmenso buque, una verdadera ciudad flotante, podría prestar ayuda para controlar la Zona de Exclusión de 460 kilómetros alrededor de la ciudad de Buenos Aires en la que cualquier aeronave no identificada podría ser derribada, una medida usual en las cumbres del G20.

 
El portaaviones USS Carl Vinson

Para esto utilizaría sus escuadrones de cazabombarderos F-18 embarcados, de los cuales un portaaviones nuclear de este tipo suele llevar cerca de 70.

Pero la posibilidad de que arribe un portaaviones nuclear a estas costas es remota por la lejanía y los inmensos costos económicos y políticos del despliegue de una de estas naves. Aún no se conoce cuál de los 11 actualmente en servicio en la marina de Estados Unidos podría ser enviado a Sudamérica a tiempo para la cumbre del G20, pero la opción, de concretarse, parecería estar solo entre el USS Carl Vinson o el USS George H. W. Bush.

El primero se encontraba al 7 de noviembre en el puerto de San Diego, California, a unos 8.700 kilómetros de Valparaíso, en Chile, ubicado a una latitud similar a Buenos Aires, de acuerdo a los sitios de monitoreo naval Stratford y South Front.

Mientras que el George H. W. Bush estaba, al 11 de noviembre, en el puerto de Norfolk, Virginia, a unos 10.000 kilómetros de Buenos Aires, de acuerdo con las mismas fuentes. Sin embargo, según el servicio de prensa del buque, el George H. W. Bush aún se encontraba amarrado el miércoles con motivo del Día de Acción de Gracias, por lo que su travesía al sur parecía imposible.


Un F-18 Hornet despegando de un portaaviones (Reuters)

Ambos son portaaviones de la clase Nimitz, con un desplazamiento de poco más de 100.000 toneladas, más de 6.000 tripulantes, entre marinos y personal de aviación, y una velocidad máxima mayor a 30 nudos (unos 56 kilómetros por hora), con una autonomía solo limitada por su necesidad de reaprovisionamiento de comida y otros artículos, y por la vida útil del uranio altamente enriquecido utilizado en sus reactores.

El Carl Vinson entró en servicio en 1982, mientras que el George H. W. Bush lo hizo en 2009 y es el último y más moderno de los buques de la clase Nimitz, solo superado por el nuevo USS Gerald Ford, aún en pruebas.

Ambos pueden desplegar un enorme poder de fuego a través de sus escuadrones de cazabombarderos F/A-18 Hornet y SuperHornet, aeronaves supersónicas capaces de volar a una velocidad máxima de 1.915 kilómetros por hora, con una autonomía de 2.000 kilómetros y la capacidad de llevar una enorme variedad de armas, incluyendo bombas nucleares tácticas.

Al momento hay otros tres portaaviones desplegados en el mundo por Estados Unidos e incapaces de llegar a la cita del G-20. El USS Ronald Reagan y el USS John C. Stennis se encuentran en el mar de Filipinas realizando maniobras, y el USS Harry Truman se ubica en el mar Mediterráneo tras participar en Noruega de una serie de ejercicios de la OTAN.

 
El USS Ramage en 2017

Los restantes seis portaaviones se encuentran en sus puertos recibiendo mantenimiento programado, de acuerdo con información publicada por los departamentos de prensa de cada buque, por lo que no estarían disponibles para ser afectados a la seguridad del G20.

Una segunda opción más limitada, pero quizá más realista, sería el envío de un destructor o crucero con capacidad antiaérea. En este caso, la opción más pertinente parece ser el empleo del avanzado sistema de defensa antiaérea Aegis montado en un crucero clase Ticonderoga o un destructor clase Arleigh Burke.

Al respecto, Infobae tuvo acceso a información sobre la llegada de un único buque de guerra para asistir con el monitoreo aéreo y marítimo de la zona a pedido del Gobierno argentino, lo que confirmaría la opción de que será un destructor o crucero, y no un portaaviones, que debe trasladarse con su escolta, el desplegado.

Aunque no se conoce cuál de estos buques podría ser enviado, se especula con el despliegue del USS Ramage, un destructor de la clase Arleigh Burke, que a mediados de noviembre se encontraba en el puerto de Recife, en Brasil, y que está incorporado a la 4ta flota estadounidense, con área de operación en América Central y Sudamérica.

 
Un Sikorksy UH-60 Black Hawk

Se trata de un destructor misilístico que entró en servicio en 1995, con un desplazamiento de unas 7.000 toneladas y una tripulación cercana 300 marinos. Con su avanzado sistema de radares y de defensa antiaérea, el Ramage suele servir como escolta de portaaviones y podría ayudar a blindar el espacio aéreo.

Al posible contingente aeronaval también se sumarían tres helicópteros Sikorsky UH-60 Black Hawk, aeronaves polivalentes de carga que pueden ser también artilladas. En el caso específico del G20, se trataría del VH-60 Marine One de transporte presidencial pero también de los modelos MH-60M diseñados para operaciones especiales, armados y con motores más potentes, y similares a los utilizados en 2011 durante el asalto en el que murió Osama bin Laden, líder del grupo terrorista Al Qaeda.

Normalmente los MH-60M pueden llevar dos ametralladoras calibre .50 (12,7,mm) de tipo Gatling, una a cada lado, además de diferentes tipos de misiles y cohetes.

Los inmensos aviones de carga C-17 Globemaster III, uno de las cuales ya fue visto en los aeropuertos de Mendoza y El Palomar y otro en Ezeiza, pueden cargar dos de estos grandes helicópteros en su bodega.

 
Una lancha israelí Shaldag

También se espera la llegada de dos helicópteros Sikorsky VH-3D Sea King de transporte, junto con un contingente de infantería de marina, parte de un despliegue usual durante visitas del presidente de los Estados Unidos.

Por otro lado, en Uruguay, vecino oriental de la Argentina, habrá también un despliegue de 400 estadounidenses entre civiles y militares, junto con ocho aviones de logística, como el C-17, y de monitoreo, como el Boeing E3 AWAC, en apoyo del operativo, según reportó el periódico El País.

Cooperación con otros países

Además del acuerdo de cooperación con los Estados Unidos, el Gobierno argentino ha tomado contacto con Alemania, Reino Unido, Israel, Francia, Australia y China por cuestiones de seguridad.

China donó al gobierno argentino cuatro vehículos blindados Dongfeng CSK131, 30 motos de alta cilindrada, escáneres antiexplosivos y otros equipos, para ser utilizados en el operativo de seguridad.

Mientras que la Prefectura Naval Argentina utilizará dos de las cuatro lanchas rápidas Shaldag recientemente compradas a Israel. Estas embarcaciones estarán afectadas, junto a otras unidades, a la zona de Costa Salguero para realizar un eventual evacuación fluvial en caso de emergencia.

jueves, 15 de noviembre de 2018

Buenos Aires: Espacio aéreo blindado por el G20

Cumbre del G20: blindarán una zona aérea de 460 kilómetros donde se podrá derribar a los aviones no autorizados 

Lo dispuso el Estado Mayor Conjunto en una medida que contempla un anillo aéreo de seguridad para la reunión de presidentes. Ya comenzó el despliegue de tropas de diferentes fuerzas


Por Martín Dinatale | Infobae



 

El operativo de seguridad para la cumbre de presidentes del G20 comenzó hoy con el despliegue de tropas militares y un comunicado interno del Estado Mayor Conjunto que dispuso un "blindaje" de un espacio aéreo de 460 kilómetros alrededor de Buenos Aires para que entre el 29 de noviembre y el 2 de diciembre ninguna aeronave que no esté autorizada pueda ingresar en esa zona de protección. De hacerlo, correrá el riesgo de ser derribada.
Según el comunicado del Estado Mayor Conjunto que se dio a conocer en estos días a través de la ANAC (Administración Nacional de Aviación Civil) y EANA (Empresa Argentina de Navegación Aérea), desde el 29 de noviembre a las 15:00 hasta el 2 de diciembre a las 22:00 la provincia de Buenos Aires, parte de la provincia de Entre Ríos y Santa Fe estarán literalmente "blindadas" y se prohibirá toda clase de vuelo no autorizado con riesgo de ser derribado.

Altas autoridades del Ministerio de Defensa y del Estado Mayor Conjunto confirmaron a Infobae que el área involucrada denominada "ADIZ G20" comprende un espacio aéreo circular de 460 kilómetros aproximadamente de radio con centro geográfico en el "vor Ezeiza hasta el límite del FIR Montevideo comprendido desde el nivel del suelo GND hasta Ilimitado UNL".

De esta manera, desde el Ministerio de Seguridad y el Estado Mayor Conjunto que estarán a cargo de todo el operativo de seguridad de la cumbre de jefes de Estado en Argentina se dio a entender que en este espacio aéreo desde las 15 del jueves 29 de noviembre hasta las 22 del sábado 1° de diciembre, nadie podrá volar ese espacio aéreo. De lo contrario, se subrayó, "será tomado como aeronave hostil pudiendo ser derribado".

"Esta no es una disposición solamente de la Argentina. Se trata de un protocolo internacional que se sigue en todas las cumbres del G20", explicó a Infobae un destacado militar que se encuentra en la mesa de decisiones del operativo de seguridad del G20.

 

Entre otras medidas de seguridad, se confirmó que vendrá un portaaviones de Estados Unidos con todas las aeronaves operando para "interceptar" cualquier aeronave no autorizada previamente por un plan de vuelo. Se estima que este portaaviones estará situado a unas 50 millas de la costa porteña.

Así se confirmó, por otra parte, que habrá durante la cumbre de presidentes una gran actividad de la Fuerza Aérea Uruguaya y de la Armada Uruguaya. De los tres AWACS de Estados Unidos, dos estarán basados en Carrasco, más los aviones de transporte C-17 (el doble en tamaño de los Hércules y que llevan 40 Tn de carga frente a las 20 de los C-130) y sobre todo, los KC-135 (Boeing 707 reabastecedores) que "alimentaran" a la custodia aérea del Air Force One que traerá a Donald Trump, integrada por aviones supersónicos F-18 basados en el portaaviones nuclear apostado en el Atlántico.

Para tener una magnitud, estos barcos llevan 5.000 tripulantes y los 70 F-18 serán los responsables de custodiar la "zona de vuelo prohibido" sobre gran parte de la provincia de Buenos Aires. Los KC-135 en Carrasco son la prueba más evidente de que interceptores supersónicos USA volarán en la región.

El anillo de zona aérea "blindada" estará situado hacia el norte desde Ezeiza pasando por Campana, Gualeguay, Gualeguaychú, Salto, Villaguay, Salto, Victoria, Rafaela, Santa Fe, Rosario, Paraná. En tanto hacia el oeste por: Río Cuarto, Venado Tuerto, Colón, Rojas, Lincoln, Bragado, Los Toldos, Pergamino, Salto, Junín, 25 de Mayo, 9 de Julio, Saladillo, Las Flores, Chacabuco, Carmen de Areco, Giles, Luján, Gral. Rodríguez, Mercedes. En el suroeste se blindará hasta: Pringles, Suárez, Pigüé, Tres Arroyos, Olavarría, Azul, Tandil, Ayacucho, Balcarce, Necochea, Las Flores, San Miguel, Brandsen, Mar del Plata, Miramar, Dolores, Chascomús.

Desde la Fuerza Aérea se recomendó a todos los pilotos de paramotor, parapente y paratrike de la provincia de Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos y parte de Córdoba no volar entre los días anunciados para la cobertura de la cumbre del G20.

El tema de la seguridad aérea en la cumbre de presidentes cobró mayor relevancia anteayer luego de que fuera detenido un piloto luego de interceptar un contacto radiofónico en Aeroparque con una aeronave civil vulnerando de esta manera todo tipo de seguridad aérea.

Despliegue de tropas

Por otra parte, tanto el Ejército como la Fuerza Aérea comenzaron a desplegar en las últimas horas diferentes fuerzas para el operativo de la cumbre del G20.

Así, desde el Ejército dijeron que se empezará a determinar el planeamiento de reservas para el operativo bajo el mando de la fuerza de despliegue rápido, la brigada mecanizada 10 de La Pampa y la brigada de paracaidistas.

En tanto, la Fuerza Aérea Argentina informó hoy que se está llevando a cabo el "Ejercicio Integrador 2018" que opera de manera simultánea desde las ciudades de Villa Gesell y Tandil, en la región sudeste de la provincia de Buenos Aires. Este operativo se enmarcará ahora dentro del operativo de seguridad del G20 y contemplará al menos 6 aviones Pucará, los 4 A-4 y al menos 6 aviones Pampa.



Así, el despliegue de medios operativos y de apoyo operativo permitirá además el adiestramiento y alistamiento que contribuyen con las tareas que desarrolla el Comando Aeroespacial, tanto en el marco del Operativo Fronteras como en la próxima Reunión de Presidentes del G20 a desarrollarse en Buenos Aires.

Mediante un amplio despliegue de material aéreo y terrestre, se desplazarán desde sus unidades los sistemas aéreos A-4AR Fightinghawk, IA-63 Pampa, IA-58 Pucará, Bell 212/412 y Hércules KC-130. Asimismo, y en virtud de los alcances logrados en el desarrollo de los Vehículos Aéreos No Tripulados, la Dirección de Investigación y Desarrollo de la Fuerza Aérea participará con los sistemas UAV (Unmanned Aerial Vehicle) "Aukan" y "Vigia" y desplegará el sensor MTPS-43 hacia la VI Brigada Aérea de Tandil.

martes, 20 de febrero de 2018

Limosna: Gastan en seguridad para el G20, no hay otro objetivo

El Gobierno gasta 100 millones de pesos en armas con miras al G20

Buenos Aires recibirá a los principales líderes del mundo en noviembre. El Ministerio de Seguridad quiere estar preparado.

Perfil


El Gobierno gasta 100 millones en armas con miras al G20. El Gobierno gasta 100 millones en armas con miras al G20. Foto:Cedoc

La Ciudad Buenos Aires será, entre el 30 de noviembre y el 1 de diciembre próximo, la sede de la Cumbre de Jefes de Estado del Grupo de los Veinte principales países industrializados y emergentes (G20). Entre los asistentes estarán Donald Trump, Vladimir Putin, Emmanuel Macron, Shinzo Abe (primer ministro de Japón) y Angela Merkel (canciller de Alemania).

Para garantizar la seguridad tanto de los principales líderes del mundo y contener las protestas sociales, el Gobierno gastó 100 millones de pesos en los últimos seis meses en armas, equipos antidisturbios y proyectiles. La información, surgida del sitio de contrataciones del Estado argentino, contempla licitaciones públicas para comprar 180 escopetas, y 15 millones de goma,  2.000 proyectiles de gases lacrimógenos y chalecos policiales.

La mayor parte de los materiales fueron adquiridos por el Ministerio de Seguridad, que solicitó, además, 6.000 vallas de contención, 15 millones de balas de goma, 9.100 chalecos multiamenaza, 2 millones de cartuchos de bala 9 mm, 3.150 juegos de cascos, escudos, máscaras antigas y bastones para policías y gendarmes, así como 4.900 precintos plásticos de seguridad que se utilizan a modo de esposas para detenidos.

En 2017, el gobierno de Alemania gastó 130 millones de euros en la seguridad de la cumbre del G20 en Hamburgo, hasta donde se desplegaron 15.000 efectivos de la policía alemana.

En el listado de elementos de protección y defensa de Buenos Aires que prevén las Fuerzas Armadas ya se pidió desde el Ministerio de Defensa a cargo de Oscar Aguad tres radares móviles al INVAP que estarán ubicados en lugares estratégicos de Buenos Aires. De hecho, el foro de presidentes se realizará en el predio de Tecnópolis, además de los eventos especiales que se harán en el Centro Cultural Kirchner, el Hotel Hilton de Puerto Madero, el Centro de Convenciones y una cena de gala en el Teatro Colón.

A estos tres radares se les sumará un escudo de radares situados en un buque de la Armada similar al que se usó cuando estuvo Obama. "La intención es lograr una barrera plena de protección y no dejar hueco alguno ante un eventual ataque", dijo una fuente castrense.

Por otra parte, se dispondrá desde el Estado Mayor Conjunto un sistema de defensa misilístico RBS70 de la empresa sueca Bofors que tiene una capacidad defensiva de alto rendimiento con lanzadores de más de 50 misiles dispuestos desde un buque de guerra situado en la costa de la ciudad de Buenos Aires. Estos misiles cuentan con el apoyo de dos fragatas misilísticas.

También está contemplado para el operativo de seguridad un sistema de protección Químico Biológico Nuclear (QBN), ante eventuales casos de ataques radioactivos. Se trata de una fuerza especial disuasiva de las Fuerzas Armadas que cuenta con equipamiento, vestimentas y material especial para frenar cualquier elemento de ataque radioactivo o nuclear.

Por otra parte, se dispondrá el traslado desde Mar del Plata de la artillería de defensa aérea que tendrá en su poder el despliegue de seis aviones A4 y otros dos Super Eterndard que se le compró a Francia. Es decir, que al menos ocho aviones estarán disponibles para la protección del espacio aéreo de Buenos Aires durante la cumbre del G20.

Todo este dispositivo militar se pondrá a disposición del comando de seguridad dispuesto para el G20 donde trabajarán las fuerzas de seguridad y la policía metropolitana. "Los militares actuarán sólo en caso de un ataque externo como prevé la ley de defensa pero para el control de la seguridad interna sólo habrá apoyo logístico de las Fuerzas Armadas para atender a las fuerzas de seguridad", aclaró ante Infobae un funcionario de la Casa Rosada para dejar bien en claro que el operativo militar dispuesto no vulnerará la ley de seguridad interior.

Como ya adelantó Infobae en otras oprtunidades, desde la AFI ya se dispuso de controles en los diferentes barrios donde se ubicarán los presidentes. Habrá un anillo especial de protección de los presidentes y credenciales especiales para los vecinos de lugares aledaños a los centros de reunión.

A la vez, tanto el Ministerio de Seguridad como la Cancillería trabajan en coordinación con agencias de inteligencia y fuerzas especiales extranjeras. Se acordó recientemente en Washington el apoyo del Comando Sur de Estados Unidos para la cumbre del G20 al mismo tiempo que Gran Bretaña, Alemania, China y Rusia también empezaron a enviar especialistas en temas de seguridad para dar apoyo externo.

Tanto Macri como los presidentes del G20 quieren que la cumbre transcurra con total normalidad. Pero por tratarse de los 20 jefes de Estado más importantes del planeta los recaudos de seguridad en este caso están más que justificados.

martes, 14 de noviembre de 2017

FAA y COAN discuten quién hace la guardia aérea del G20

La Fuerza Aérea y la Armada se pelean por los aviones franceses que compró Macri

Quieren quedarse con el control de las aeronaves, que tendrán una función decisiva en el operativo de seguridad que rodeará al G-20
Mariano De Vedia | LA NACION



Un avión de combate Super Étendard. Foto: Archivo

La reciente compra de cinco aviones Super Étendard modernizados a Francia desencadenó una inesperada e intensa disputa entre la Fuerza Aérea y la Armada, que buscan quedarse con las aeronaves.

El Gobierno pagará 2,5 millones de euros por los aviones cazabombarderos, a los que sumará US$ 2 millones por los gastos de traslado, con la decisión de fortalecer la seguridad en la Cumbre del G-20, que se hará a fines del año próximo en la Argentina.

El ministro de Defensa, Oscar Aguad , zanjará la insólita disputa, que no es otra cosa que una pelea por la escasez, en momentos en que la Fuerza Aérea y la Armada atraviesan desde hace tiempo una crisis en su equipamiento militar.


En esta reyerta, los jefes de la Armada, almirante Marcelo Eduardo Hipólito Srur, y de la Fuerza Aérea, brigadier general Enrique Víctor Amrein, intentan sumar argumentos para quedarse con los aviones.

En la disputa sobresalen dos interpretaciones doctrinarias. Una indica que los medios aéreos se utilizan en la Fuerza Aérea con una función estratégica y sólo se justifican para la Armada como un medio complementario y de apoyo logístico a otras misiones.

La otra doctrina defiende el concepto de poder naval integral, que permite a la Armada nutrirse de todos los medios posibles (submarinos, aéreos y de superficie) para sus operaciones navales. Ese criterio se aplicó, indican algunos, en la Guerra de Malvinas.

Argumentos

"Lo natural es que los aviones estén en la Fuerza Aérea y que todos los medios aéreos estén concentrados en un solo lugar", razonó con lógica un oficial aeronáutico.

La Armada, en tanto, pretende quedarse con los aviones que llegarán antes de fin de año desde Francia porque conserva, desde los tiempos de la Guerra de Malvinas, nueve unidades Super Étendard. Si bien no están operativos ni en condiciones de volar, se encuentran sometidos a un proceso de modernización.

"¿Para qué quiere la Armada sumar aviones si carece de portaaviones?", replican en la Fuerza Aérea, en una disputa que hasta ahora no pasó de lo retórico.

Cerca del ministro Aguad estiman que lo más probable es que los aviones sean destinados finalmente a una base aeronáutica, por razones de ejecución práctica. "Con el operativo de prevención de la seguridad del espacio aéreo durante el G-20, es mejor tener las unidades aéreas en una base cercana, como El Palomar, que en la Base Naval de Puerto Belgrano, cerca de Bahía Blanca.

El manejo del Super Étendard no reviste grandes diferencias respecto de lo que requerían los Mirage, cuyas unidades fueron desprogramadas en la Argentina en 2015. Ambos, incluso, fueron diseñados por la compañía francesa Dassault, explicaron fuentes castrenses.

Como informó LA NACION, las unidades adquiridas ahora a Francia fueron construidas entre 1978 y 1982. Las negociaciones entre ambos países comprendían la entrega de motores, repuestos y un simulador de vuelo, entre otras piezas adicionales. Por eso se especulaba con que podrían sumarse a las aeronaves que ya tiene la Armada.

En fuentes aeronáuticas, en tanto, entienden que si la balanza se inclina finalmente por el destino naval, la Armada tendría una capacidad de aviones de combate del que la propia Fuerza Aérea carece.

"Nosotros tenemos los cazabombarderos A4 AR, que pueden cumplir funciones operativas similares a los Super Étendard. Pero es muy probable que a fines de febrero queden fuera de servicio y desafectados, porque no hay una cadena de suministros y de repuestos", explicó una fuente aeronáutica.

Como muestra del deterioro del poderío aéreo, en los años 90 se incorporaron a la fuerza unas 35 aeronaves A4 AR, pero ahora, con mucho esfuerzo y las restricciones presupuestarias, en días excepcionales se llega a tener tres aviones en plataforma.