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lunes, 11 de noviembre de 2019

Crónica de la caída de Evo Morales

Crónica de la crisis autoinfligida de Evo Morales y el peor final para el presidente más exitoso de Bolivia

Por Leonardo Mindez ||  Infobae
Subdirector de Infobae América | lmindez@infobae.com


 
Evo Morales, presidente de Bolvia desde 2006.

La llegada al poder de Evo Morales en 2006 fue un hecho histórico. Por primera vez, Bolivia tenía un presidente indígena como el 60 % de su población. Cargado de la épica y el simbolismo de la hora, el líder cocalero le dio un tinte refundacional a su gobierno.

Según todos los indicadores económicos y sociales, la gestión de Morales fue un éxito. Sostenido en la nacionalización temprana de los hidrocarburos, el PBI creció sin descanso a un promedio de 4,9% anual durante 13 años, la pobreza se redujo del 60 al 35%, mejoró la distribución del ingreso y cayó el analfabetismo. Llevó adelante una mezcla de políticas ortodoxas y heterodoxas con tanto consenso que su gestión no sólo fue celebrada por las fuerzas de izquierda y progresistas del continente sino que fue elogiada más de una vez por el Banco Mundial y hasta el FMI.

Pero a la par del boom económico del país más pobre de Sudámerica, se fue consolidando el sesgo totalitario que suele acompañar a los líderes que en algún momento se sienten la encarnación última de la Patria.

Uno de los primero hitos de Morales fue la reforma de la Constitución. La nueva carta magna otorgó una cantidad de derechos y representación inédita en el sistema de poder a los campesinos e indígenas bolivianos. También habilitó la posibilidad de una sola reelección consecutiva para el Presidente, que Morales logró en forma contundente en 2009 con el 64% de los votos.

El Presidente comenzó entonces a sentirse todopoderoso. Invencible. Y forzó entonces la primera triquiñuela. En 2013 se presentó ante el Tribunal Constitucional y logró que ese segundo mandato pasara a considerarse el primero. ¿El argumento? Que con la nueva Constitución había refundado el país, que ahora era un nuevo “Estado Plurinacional”.

Así, en 2014, Morales pudo presentarse para re-reelegirse para un tercer mandato (el segundo con la nueva Constitución) y logró otro triunfo contundente con el 63%, ante una oposición dispersa.

Parecía que Morales ingresaba, ahora sí, a su último período constitucional con un desafío inédito en su carrera: apoyar a un delfín para su sucesión, algo que no había hecho ni en la Federación Especial del Trópico de campesinos productores de coca que preside ininterrumpidamente desde 1991.

Decidió que tampoco lo haría como Presidente de Bolivia.


Morales se proclamó ganador en primera vuelta a pesar de la irregularidades denunciadas por la misión de observación electoral de la OEA, entre otros (Reuters)

Convocó entonces a un referendum nacional para modificar el artículo 168 de la Constitución y habilitar una nueva re-reelección. El 21 de febrero de 2016, el 51,3% de los bolivianos votó “No". ¿Asunto concluido? No. Tras una presentación de legisladores oficialistas, en 2017 el Tribunal Constitucional (en manos de jueces afines a Morales) declaró inválido el artículo de la Constitución que impedía presentarse a Morales alegando que vulneraba el derecho humano esencial de todo persona de elegir y ser electa.

Con ese desgaste político y con la economía comenzando a mostrar signos de fatiga (el déficit fiscal alcanzó el año pasado un 8,1%, el más alto de Sudamérica), Morales llegó este año a una elección en la que todas las encuestas previas mostraban que su popularidad se había reducido sensiblemente y que para conservar el poder tenía que mantener a la oposición dispersa y lograr una victoria en primer vuelta. Los sondeos le auguraban una derrota si había balotage.

Los intentos de unidad opositora fracasaron. En los últimos meses de campaña, aparecieron nuevos candidatos de la nada, entre sospechas de que eran fogoneados por el oficialismo. El 20 de octubre, Morales se enfrentó a nueve fuerzas. Esa noche, el escrutinio provisorio, con el 83% de las actas verificadas, le otorgaba una ventaja de poco más de 7 puntos (45,28% a 38,16%) sobre Carlos Mesas. Había balotage.

 
Miles de Bolivianos salieron a las calles en las últimas semanas para protestar por el fraude en las elecciones del 20 de octubre (REUTERS/Kai Pfaffenbach)

Pero de pronto todo se detuvo. Durante casi 24 horas no hubo más datos oficiales. Cuando se volvieron a computar las mesas faltantes, la ventaja de Morales se había ampliado.

Comenzaron a surgir las denuncias de fraude en diferentes regiones. El vicepresidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Antonio Costas, renunció en desacuerdo con cómo se había llevado adelante el escrutinio provisorio. Enseguida, la misión de observación electoral de la OEA recomendó que, ante las irregularidades detectadas, lo mejor era convocar a la segunda vuelta.

El clima se iba caldeando. Cinco días más tarde, el TSE anunció que el conteo definitivo le otorgaba a Evo Morales una ventaja de 10,57% sobre Mesa, justo por encima del umbral de 10 puntos para triunfar en primera vuelta y evitar el balotaje.

La oposición salió a las calles a clamar “fraude”. Morales tuvo la peor reacción posible. Desoyó las protestas, se proclamó reelecto y denunció que se había puesto en marcha un golpe de Estado. Así transcurrieron dos semanas de fuego en Bolivia con marchas opositoras que iban creciendo en magnitud a medida que las pruebas del fraude iban apareciendo por todos lados: desde ingenieros informáticos que mostraban errores groseros en las actas hasta la propia auditoria oficial encargada por el TSE que dictaminó que los comicios habían estado “viciados de nulidad”.

En medio de la crisis, el gobierno avaló que la OEA realizara una auditoría y anunció que aceptaría sus conclusiones, pero Morales no reculó. Siguió denunciando golpismo y alentó a sus partidarios a que salieran a las calles a contrarrestar las protestas y defender su re-re-reelección. Los choques violentos se sucedieron cada día. Los heridos se comenzaron a contar por centenares. Hubo al menos tres muertos, dos cerca de Santa Cruz y otro en Cochabamba, todos opositores. Los sectores más duros ya no pedían el balotaje, ahora reclamaban la renuncia del Presidente.

 
Los violentos choques entre simpatizantes y opositores a Evo Morales en las calles dejaron al menos 3 muertos y centenares de heridos.

Este domingo, la OEA emitió un informe de su auditoría con conclusiones contundentes que ratifican todo lo que venían denunciando la oposición y observadores independientes. Habla de “falsificación de firmas y actas”, de un “proceso reñido con las buenas prácticas”, de “manipulación del sistema informático de tal magnitud que deben ser investigadas profundamente por el Estado”. Tal es el “cúmulo de irregularidades” que el equipo auditor “no puede validar los resultados de la presente elección" y recomienda otro proceso electoral con nuevas autoridades electorales.

Horas después, Morales intentó un volantazo a medias. Aceptaba finalmente llevar a cabo nuevos comicios, con un nuevo Tribunal Electoral. “He renunciado al triunfo que he ganado”, anunció sin conceder que ese “triunfo” estaba a esa altura cargado de irregularidades comprobadas. “Toca ir a las nuevas elecciones”, aceptó a regañadientes. Se quedó cortó. Quizás si en ese mismo acto anunciaba que iba a respetar la Constitución que él mismo había impulsado y que no se presentaría a los nuevos comicios, habría comenzado a desactivar el conflicto. Pero no. Llamó a movilizarse a sus bases. Todas las señales eran de que volvería a presentarse como el candidato del MAS.

La calle no se calmó. Comenzaron las renuncias de funcionarios de su confianza uno tras otro. Siguieron los levantamientos policiales y finalmente las fuerzas armadas sugirieron su dimisión, trayendo a la memoria los peores fantasmas de los latinoamericanos.

La renuncia del Presidente llegó minutos más tarde.

Es inevitable preguntarse qué pasa por la cabeza de un líder político exitoso con indudable sensibilidad popular para echar por la borda su legado con tal de permanecer en el poder tras 14 años. Si este baño de sangre no se hubiera podido evitar si Morales aceptaba los límites que le imponía su propia Constitución; si aceptaba los resultados del referendo que él mismo convocó en 2016; si aceptaba, hace apenas tres semanas, que el resultado de los comicios determinaba que tenía que haber un balotaje; si aceptaba, en definitiva, que uno de los principios de la democracia es la sujeción a las leyes, que los mandatos presidenciales tienen límites y que la alternancia en el poder es sana.

La pregunta excede a Morales e interpela a todos los dirigentes regionales que le dieron su apoyo en el alocado proceso final para aferrarse al sillón presidencial a como dé lugar. Por más exitosa que haya sido su gestión. Por más simpatía ideológica que se le tenga.

miércoles, 6 de febrero de 2019

Venezuela: Asamblea Nacional revisará compra de armas rusas

La Asamblea Nacional de Venezuela revisará adquisiciones militares a Rusia

Maquinas de Combate


 maquina-de-combate.com – El representante de la Presidencia Interina de Venezuela ante la OEA, Gustavo Tarre Briceño, ha anunciado que se revisarán los contratos de compras militares pactados con Rusia.

La revelación se produjo en un reciente evento organizado por el Centro de Estudios Internacionales y Estratégicos (CSIS, Center for Strategic & International Studies). Su importancia es tal que la agencia rusa de noticias TASS la ha rebotado en una nota.

Sobre Rusia y los productos de la industria rusa, Gustavo Tarre aseveró que la deuda que se tiene con Rusia está constituida en su mayor parte por la compras de armamento, al cual lo calificó como de mala calidad. Sin embargo no se quedó ahí y agregó que los cazas Sukhoi Su-30MK2 no tenían contentos a sus pilotos, que no tiene tecnología actualizada. Tarre también se refirió a los helicópteros rusos, señalando que de los aproximadamente 30 helicópteros, unos 20 no vuelan.

Curiosamente, en días recientes se ha conocido que los helicópteros Mi-171SH-P que compraron en 2013 las Fuerzas Armadas del Perú tienen una excelente operatividad. 22 de los 24 aparatos están operativos y los otros dos en mantenimiento por cuestiones ocurridas durante sus respectivas misiones, las cuales no son atribuibles al helicóptero en sí o a su tecnología.

El representante venezolano reconoció sin embargo que Venezuela aún debe dinero por el costo de los equipos militares y sistemas de armas adquiridos a Rusia y se pagarán las deudas, pero señaló que serán muy duros en la renegociación de los pagos porque aparentemente no les han vendido lo que se estipulaba por contrato.

En su exposición, entre otros temas, Tarre reveló además una medida adoptada cuando el difunto Hugo Chávez ejercía la Presidencia venezolana: El ascenso automático de los oficiales militares al grado inmediato superior cuando alcanzaban ocho años en un cargo. El expositor agregó que hoy en día las Fuerzas Armadas de Venezuela tienen más generales y almirantes que todos los países de la OTAN juntos, alrededor de 3,000.


Dos cazas Su-30MK2 de la Fuerza Aérea de Venezuela. Foto: Aviación Militar Bolivariana

martes, 5 de febrero de 2019

ARA San Juan: No fue naufragio sino un siniestro

Padre de uno de los héroes del ARA San Juan: “La investigación es irregular, turbia y atenta contra la verdad y la justicia”

Cristina Perez



El padre del teniente de Corbeta Juan Alejandro Tagliapietra conversó con Gonzalo Sánchez en Confesiones en la Noche acerca del estado de la causa por la tragedia del submarino ARA San Juan.

Luis Tagliapietra, padre del teniente de corbeta que tripulaba el ARA San Juan y abogado querellante, dialogó con Gonzalo Sánchez en Confesiones en la Noche acerca del estado de la causa por la tragedia del submarino.

El padre del teniente Juan Alejandro Tagliapietra comenzó su charla con Radio Mitre aclarando las diferencias entre naufragio y siniestro: “El submarino fue siniestrado no fue naufragado después pasa que sin querer empezamos a imponer cuestiones que no son así. Técnicamente está contemplado el naufragio pero yo tengo absolutamente claro que fue un siniestro absolutamente evitable en la que varios actores de la Armada y el Poder Ejectuvio deberían haber previsto que existía la posibilidad”.

En tal sentido, el abogado querellante explicó que “el ejercicio militar que impulsaron era peligroso porque las condiciones de los buques de la Armada no son buenas”, y afirmó: “Pasó lo del ARA San Juan pero podría haberle pasado a la corbeta Espora o a cualquier otro buque”.

Respecto a las famosas sesenta mil imágenes que tomó el buque Seabed y que son fundamentales para entender qué ocurrió, Tagliapietra afirmó estar “ante un callejón sin salida”. “La jueza se apresuró a hablar mediáticamente y decir que sólo ella y las partes en el expediente iban a poder ver las imágenes, a partir de ahí nada”, lamentó el abogado.

“Primero dijo que no podía abrir las fotos, después que era necesaria una computadora de 25 mil dólares y ahora lo último que se supo mediáticamente es que Oceanografía Naval iba a colaborar para poder verlas. Esto cae en contradicción con lo que dijo acerca de que el ministerio de Defensa no iba a ver las imágenes”, aseveró el abogado querellante.

En la misma línea, Tagliapietra sentenció: “La investigación es muy irregular, muy turbia y atenta contra la verdad y la Justicia”.

“Lo que yo pido es que se conforme un equipo de peritos para poder analizar las imágenes con expertos de verdad que sean objetivos y que no tengan nada que ver ni con el Gobierno ni con la Armada”, afirmó Tagliapietra respecto a cómo debería seguir la causa en su opinión.

“La jueza no hizo nada, sólo acumuló testimonios y poco más. Medidas realmente no se hicieron”, lamentó el padre de una de las 44 víctimas de la tragedia del ARA San Juan.

Por último, el abogado querellante consideró que “estamos en un año electoral y hay un interés político de que no se sepa quiénes son los responsables de todo esto”.

jueves, 11 de enero de 2018

Gobierno provincial indonesio adquiere N-219

Government of Aceh Plans to Buy N-219 Aircraft



N-219 Nurtanio aircraft 

BANDA ACEH (RA) - Banda Aceh, formerly known as Kuta Raja, is the capital and largest city in the province of Aceh, Indonesia.. The Aceh government plans to purchase N219 aircraft produced by PT Dirgantara Indonesia (PT DI), with options to develop the N219, aerospace and aerospace facilities in Aceh.

To that end, the Government of Aceh will facilitate the location of the area for the purposes of the establishment of such aerospace facilities.

As quoted from the Head of Public Relations and Protocol Bureau of Aceh Mulyadi Nurdin, it was discussed in a meeting between the Government of Aceh with PT Dirgantara Indonesia, in Bandung, December 19, 2017 ago.

Mulyadi Nurdin added that on that occasion also signed an agreement to make strategic cooperation between the Government of Aceh and PT Dirgantara Indonesia.

From the Government of Aceh signed by the Special Advisor of the Governor of Aceh, Capt. Muchammad Nasrun Natsir, while PT Dirgantara Indonesia (PTDI) by Head of Sales Division of PT Dirgantara Indonesia (Persero), Ade Yuyu Wahyuna.

Head of the Public Relations and Protocol Bureau of Aceh, Mulyadi Nurdin explained that on that occasion, the Aceh government also submitted plans to develop aerospace and space facilities, among others, Aero City with facilities, including industrial areas and MRO (Maintenance Repair Overhaul).

"The Aceh government will build three Special Economic Zones to be supported by integrated transportation," Mulyadi Nurdin cited the agreement.

In response to the plan, PTDI will provide a proposal related to the establishment of the N219 final assembly line facility, including the human resource development program of the Acehnese son in the aerospace industry.

The proposal will be submitted to the Aceh government by the end of January 2018.

In connection with Aceh's plans to establish Aero city, PTDI will study the possibility of establishing ISH (Indonesia Service Hub) facility in Aceh, to capture costumer from South and Southeast Asia.

The N219 is a 19-person passenger aircraft powered by two pratt and whitney aircraft engines from Canada Limited PT6A-42 each powered 850 SHP.

The aircraft is capable of flying and landing on short runways making it easy to operate in remote areas. PTDI successfully conducted the inaugural flight test of N219 aircraft on August 16, 2017 ago.

lunes, 23 de enero de 2017

Trump: El pelotudo más poderoso del Mundo

Un hombre bebé en la Casa Blanca
Es un hombre de 70 años con el desarrollo emocional de, bueno, quizá no de un recién nacido, pero sí de un chico malcriado de primaria

John Carlin - El País




Cuando el español medio sufre uno de sus habituales ataques de indignación la primera exclamación que suele salir de su boca es “¡no es normal!”, seguida con reiterativo énfasis por un, “¡esto no es normal, joder!”. La frase, curiosa, ya que parte de la noción de un acuerdo unánime sobre lo que es la normalidad, no se oye tanto en los demás países de habla hispana ni, que yo sepa, en otras lenguas. Pero quizá haya llegado la hora de que el inglés la incorpore a su léxico, especialmente en Estados Unidos. El ascenso de Donald Trump a la presidencia es lo menos normal que ha ocurrido en la historia de ese país. Quizá sea lo menos normal que haya ocurrido en una democracia, o en una supuestamente madura democracia, en la historia de la humanidad.

Calígula llegó a la cima del poder en la antigua Roma, es verdad; como también lo hicieron Idi Amín en Uganda, o el general Galtieri en Argentina, o Stroessner en Paraguay. La diferencia es que Trump fue electo comandante en jefe por voluntad libre de la ciudadanía.

Lo anormal no tiene tanto que ver con las opiniones o políticas que Trump propone. Lo más anormal de su llegada a la Casa Blanca no es su admiración por Vladímir “los rusos tenemos las mejores prostitutas del mundo” Putin, o su desprecio por la OTAN y la Unión Europea, o su hostilidad hacia China, o que se vaya a rodear en el Despacho Oval de asesores de la derecha más rancia, o su deseo declarado de construir un muro en la frontera con México, o de romper el acuerdo nuclear con Irán o de dinamitar el sistema de sanidad pública de su país.

Lo más anormal es su personalidad; que el país más rico, más poderoso y más influyente del planeta vaya a tener como presidente a un hombre bebé, a un “man baby”, como lo definió con aterradora lucidez el humorista político estadounidense Jon Stewart. Trump es un hombre de 70 años con el desarrollo emocional de, bueno, quizá no de un recién nacido, pero sí de un chico malcriado de primaria.

He seguido con interés a los presidentes de Estados Unidos durante muchos años. Recuerdo mi desilusión cuando Richard Nixon llegó al poder; mi sensación de ridículo cuando lo reemplazó Gerald Ford, un hombre, como decían, “incapaz de mascar chicle y caminar en línea recta al mismo tiempo”; mi rabia cuando el mediocre actor Ronald Reagan ganó las elecciones dos veces; mi decepción cuando George Bush padre le tomó el relevo y mi horror cuando Bush hijo fue reelegido, tras la invasión de Irak, en 2004.

Pero la elección de Donald Trump es de otro orden. Ford, Reagan, los Bush e incluso Nixon, hasta su caída, eran personajes que, por lo menos en público, se comportaban con la seriedad y la dignidad que el cargo exige. Estaba en desacuerdo con ellos en casi todo, me ponía de mal humor cuando les veía en televisión, pero no sentía que eran personas fundamentalmente frívolas o inmaduras; nunca me asustaba que tuvieran el dedo en el botón nuclear.

Ahora, como escribía esta semana el columnista más conservador de The New York Times, David Brooks, los estadounidenses han elegido como presidente a “un rey bufón”. Yo iría más lejos. Trump es un enfermo. Viendo sus mensajitos en Twitter y oyendo sus declaraciones no solo en el cínico frenesí de la campaña electoral sino que, desde que venció a Hillary Clinton en noviembre, la única conclusión posible es que ofrece un caso clásico de trastorno de personalidad narcisista.

Es un llorón con un ego gigante y frágil a la vez, como un enorme huevo de porcelana. La virtud adulta de la empatía es ajena a sus funciones cerebrales. Como su tuitorrea crónica indica, tiene una necesidad tan desesperada como infantil de ser siempre el centro de atención. El criterio de Trump, el trol en jefe, para juzgar a la gente se reduce a si hablan bien o mal de él; ergo, Meryl Streep es “una actriz sobrevalorada”, Hillary Clinton merece ir a la cárcel y Putin es un gran líder, muy superior a Barack Obama.

La presidencia de Trump será Donald en el país de las maravillas. Como la Alicia de Lewis Carroll, hemos pasado al otro lado del espejo y entrado en otra dimensión. Solo que Trump no interpretará el papel de la sensata Alicia sino el del Sombrerero Loco; solo que no, no será el presidente de Estados Unidos en un delirante cuento de ficción, sino que lo será de verdad. Aún cuesta creerlo pero, en pocas horas, Donald Trump será el presidente de Estados Unidos en el mundo normal.