El Servicio Cívico Voluntario surgió por reclamos de madres rosarinas
Así lo aseguró el coordinador nacional, Daniel Barberis, y destacó que ya visitaron el sitio web más de 22 mil interesados.Por Aníbal Fucaraccio || La Capital
Hace un poco más de un año, cuando estaban demoliendo un búnker de drogas en Rosario, el desgarrador pedido de unas madres provocó el surgimiento de una iniciativa en la cabeza de la ministra de Seguridad nacional, Patricia Bullrich, que en estos días domina la escena de debate público argentino. Aquel reclamo de esas mujeres, que solicitaban alguna herramienta para rescatar a sus hijos del flagelo de las drogas, derivó en la creación del Servicio Cívico Voluntario en Valores, una serie de talleres dirigidos a jóvenes de 16 a 20 años, impartidos por Gendarmería Nacional, cuyo objetivo principal es "brindar capacitación en valores democráticos y republicanos".
La escena, según aseguró el coordinador nacional del Servicio Cívico Voluntario, el rosarino Daniel Barberis, se vivió en la zona de Fonavis de Grandoli y Gutiérrez, en la zona sur de la ciudad.
"Ministra, por favor, tiene que hacer algo. A nuestros hijos se los está llevando el paco", le dijo aquella tarde una mujer a la funcionaria nacional. "Tenemos que darle atención y algo para que puedan salir; si no, se vuelven soldaditos", exclamó muy angustiada otra madre.
Esas voces resumían el dolor de un grupo de mujeres y generaron un eco movilizador dentro de la funcionaria. Los pedidos llevaron al Ministerio de Seguridad nacional a comenzar a delinear con más firmeza este proyecto de inserción social junto a otras carteras como Educación y Desarrollo Social.
"Estamos impactados y muy contentos porque en las primeras 48 horas hubo más 16 mil inscriptos y 22 mil interesados que visitaron la web, una masiva expresión que demostró el interés que existe sobre esta iniciativa", señaló Barberis.
Este Servicio Cívico Voluntario fue creado a través de la resolución 598/2019, a cargo del Ministerio de Seguridad de la Nación, en el marco de la ley de protección integral de los derechos de las niñas, niños y adolescentes. Según la mirada de sus impulsores, busca generar herramientas de inclusión y de formación para jóvenes en situación de vulnerabilidad a través del compromiso personal y para con la comunidad; de los hábitos responsables; de estimular la finalización del ciclo educativo obligatorio; y de promocionar el desarrollo de habilidades para el trabajo, culturales, de oficios y deportes.
Las inscripciones se pueden realizar a través de la página web del gobierno nacional (https://www.argentina.gob.ar/servicio-civico-voluntario-en-valores), y de acuerdo a los datos oficiales, en los primeros días ya hubo más de 22 mil visitas de interesados.
Grupo interdisciplinario
"Este servicio tiene características muy interesantes. Armamos un equipo muy importante de especialistas en contenidos académicos y educativos. Por eso estamos trabajando codo a codo con el ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro. También se incorporaron especialistas en educación, tecnología y se sumaron del Instituto Universitario de la Gendarmería. Se armó un equipo interdisciplinario para generar los contenidos académicos y educativos. Estamos muy conformes por cómo está avanzando esto", remarcó el rosarino Barberis.Sobre la recepción del programa, confió que "todo lo que está pasando es muy fuerte. Los chicos se acercan con sus familias y en cada recorrida en todo el país encontramos interesados. "Este servicio es una herramienta muy útil para gente que atraviesa necesidades, sobre todo de los barrios más pobres. Algunos lo sienten como «la última oportunidad». Este será un lugar de cuidado, donde vamos a abrazar a nuestros chicos, para que sea «la primera oportunidad» de una nueva vida para ellos", subrayó el fiuncionario.
Lo que viene
La cantidad de interesados es muy buena. "Por eso ya estamos preparando un marco más importante para el año que viene. Vamos a expandir el servicio por toda la Argentina", anticipó.Aunque reconoció que "es una tarea complicada, que requiere una gran responsabilidad. Estamos abrazando a los chicos que le están por pegar un portazo a la sociedad, porque no los hemos entendido o porque no fuimos hacia ellos antes", admitió.
El coordinador subrayó que "hay que ayudarlos a que cambien la disciplina y las costumbres que tienen hoy. De estar en la plaza, con la cerveza y con lo que pinte. Hay que sacarlos de esa disciplina que los aleja de los objetivos. La intención es que tengan herramientas para reinsertarse al mundo del trabajo. Y si nunca estuvieron, esta es una buena manera de acercarse".