¿Se viene un nuevo golpe del oso?
Un informe de expertos del Royal United Services Institute (RUSI) publicado el 4 de abril señaló que, en base a los últimos acontecimientos producidos en Ucrania, la intervención militar rusa podría darse en cuatro escenarios posibles:
1ª Hipótesis- Moscú muestra los músculos: Se prevé la realización de una exhibición de fuerza por parte de Rusia para obligar a Ucrania y a la comunidad internacional a asumir la toma de Crimea como un hecho consumado.
2ª Hipótesis- Revueltas con soporte ruso: Plantea que las fuerzas rusas brinden secretamente apoyo a disturbios civiles en todo el sudeste de Ucrania y usar eso como pretexto para abrir un corredor terrestre seguro a Crimea a través de las regiones de Donetsk, Zaporizhzhya y Kherson. De esta forma, Ucrania pagaría otro precio territorial por una nueva anexión rusa.
3ª Hipótesis- Partición de Ucrania: Los disturbios y las presiones separatistas en sur y oriente de Ucrania, reales o fabricadas, pueden presentar una peligrosa, pero tentadora posibilidad de dividir el país en dos, al sur y al este del río Dnieper.
Las elecciones presidenciales en Ucrania el 25 de mayo, sobre todo si van acompañadas de algún tipo de elección en las sombras para un “Presidente del Sudeste de Ucrania" podrían provocar la tensión civil que podría alentar esa peligrosa tentación. La Republika Srpska (República Serbia) de Bosnia y Herzegovina, mientras duró como una entidad secesionista, proporciona un paralelismo histórico y hay pruebas de que Moscú incluso estuvo alentando a los serbios que una vez proclamaron su secesión de Bosnia para que expresen su apoyo a demandas similares de los separatistas rusos en Ucrania.
4ª Hipótesis- Golpe de mano en el sudoeste ucraniano: Implicaría a tropas rusas ejecutando una jugada de estrategia, creando un corredor occidental desde Transnistria en Moldavia hacia Crimea a través de Odessa y Nikolaev. Este sería un eslabón más frágil que un corredor oriental, pero daría a la comunidad étnica rusa de Transnistria un pasadizo directo a la Madre Patria.
Esta última acción sólo tendría sentido en una campaña total para dividir el país en un sur y sureste anexado o controlado por Rusia por un lado, y una porción occidental por una capital vulnerable en Kiev por el otro. Tal arco de "nuevo territorio ruso" alteraría el mapa del Mar Negro y sería un reto fundamental para el orden europeo.
Esto representaría, además, un acaparamiento de tierras procedentes de otro Estado europeo independiente – Moldavia – e incitaría a la violencia intercomunitaria que afectaría incluso la estabilidad de Rumania, miembro de la OTAN.
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Mayo, el mes crítico
El informe del RUSI también señala que el mes de mayo será un momento crítico para el país. Hasta las elecciones que Ucrania llevará a cabo dentro de un mes, el gobierno de Kiev carecería de legitimidad, y ese hecho continúa apoyando los argumentos de Moscú de que está protegiendo de la violencia a los ruso-parlantes en Crimea.
Si las elecciones de mayo se producen sin inconvenientes, los argumentos humanitarios de Putin perderían fuerza. Por otro lado, si las elecciones presentan dificultades en su realización y a la vez son acompañadas por elecciones paralelas en otras partes del país, "la confusión resultante e incluso la violencia pueden presentar una oportunidad más, aunque peligrosa, para fortalecer la posición de Rusia alrededor del Mar Negro".
