Se recordó el aniversario del cruce de los Andes que liberó a Chile

Mauricio Macri conmemoró los 200 años del cruce de los Andes
El Presidente participó junto a Gabriela Michetti del acto realizado en Mendoza
Infobae



Mauricio Macri durante el acto por los 200 años del cruce de los Andes (Télam)

Maurcio Macri encabezó esta tarde en Mendoza el acto por los 200 años del cruce de La Cordillera de Los Andes que lideró José de San Martín. El jefe de Estado exhortó a los argentinos a "trabajar en equipo" para lograr "una Argentina desarrollada en el siglo XXI". Estuvo acompañado por la vicepresidenta Gabriela Michetti y los gobernadores de Mendoza, Alfredo Cornejo, y de San Juan, Sergio Uñac.

Durante su discurso, el Presidente calificó el cruce de los Andes como una "hazaña que liberó medio continente" y enumeró tres enseñanzas que dejó el hito encabezado por San Martín.

"El principal legado de la hazaña es la libertad. ¿Qué es ser libre? Significa que podemos ser protagonistas de nuestras vidas, de nuestro futuro, que podemos elegir construir la mejor versión de cada uno de nosotros y ese es el mayor sueño que tengo como presidente: ayudar a todos los argentinos desde la Quiaca hasta Ushuaia y desde la Cordillera al Mar", expresó Macri.


El Presidente junto a los gobernadores Sergio Uñac (San Juan) y Alfredo Cornejo (Mendoza) (Télam)

Y prosiguió: "Otra enseñanza es que si queres que un proyecto tenga éxito hay que trabajar en equipo. Por eso el general San Martín, un hombre único, con cualidades, valores, extraordinario, desde su inteligencia superior entendió que para que la hazaña tuviese éxito necesitaba de mucha gente y se avoco a entusiasmar y generar la confianza de que la libertad era posible".

Aquí hizo un paralelismo con el presente de la Argentina: "Hoy en el siglo XXI los argentinos volvemos a tener un sueño. Estamos convencidos que una Argentina desarrollada sin exclusión, con oportunidades de progreso para todos es posible. Entendimos que esto va a suceder si estamos juntos, trabajamos en equipo, si cada uno hace su aporte y busca qué es lo mejor que tiene para dar. Eso está pasando en el país".

Como tercera enseñanza, el jefe de Estado planteó que "Argentina tiene un rol regional y un rol mundial porque está en nuestro ADN nuestra responsabilidad de liderar, conducir, hacer aporte más allá de nuestras fronteras".

Al respecto, reiteró: "Queremos ser parte del siglo XXI, también queremos ser parte de las soluciones a los problemas globales: seguridad alimentaria, energías renovables, combate del narcotráfico, al terrorismo y al cambio climático. Argentina tiene mucho para aportar".

Década kirchnerista: Liceístas hijos de una gran puta

Alumnos de un liceo militar "travistieron" un busto del general San Martín
El acto de vandalismo fue el resultado de la "vuelta olímpica" de fin de curso de estudiantes del Liceo Militar Gral. Espejo.

A ese pelotudo que se está riendo hay que darle 10 o 100 días de arresto, por empezar. Y a toda la camada del Liceo Gral Espejo, todos, hay que darles la baja deshonrosa. Los que lo hicieron por ser hijos de una gran puta y los que callaron porque ser unos cagones indignos del uniforme.




MAL GUSTO. El busto San Martín fue maquillado y disfrazado. FOTO TOMADA DE MDZOL.COM

Alumnos de un liceo militar de Mendoza "travistieron" los bustos del general José de San Martín y del general Jerónimo Espejo, el prócer que le da el nombre al centro educativo.

El acto de vandalismo fue el resultado de la "vuelta olímpica" de fin de curso de estudiantes del Liceo Militar Gral. Espejo, de donde surgieron varios de los gobernadores de Mendoza, entre ellos, el actual, Francisco Pérez, y de buena parte de sus colaboradores. A los próceres les pintaron los labios y los ojos, les colocaron collares y los coronaron con sombreros de cotillón con un estilo carnavalesco, destaca el portal Mdzol.com.

Luego de difundidas las polémicas imágenes del busto "travestido", directivos de la institución castrense descartaron que se haya tratado de un acto vandálico. Explicaron que los alumnos tenían permiso para "disfrazar" a los próceres con pintura no permanente y cotillón, y que luego del festejo todo quedó limpio y en su lugar.

La Gaceta

Educando a Luis D'Elía, el fusilador compulsivo

Educando a Luis D'Elía, el fusilador compulsivo

Ayer, el dirigente político Luis D'Elía emitió a través de Twitter dos comentarios en los que pedía que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, fusile al opositor Leopoldo López, acusándolo de ser "agente de la CIA".

No conforme con demostrar en el primer tuit su desconocimiento de las leyes del país bolivariano (en Venezuela no hay pena de muerte) Luisito fue por más y emitió un segundo comentario, bajo la forma de pregunta/respuesta:

Tal vez la ofuscación y el apuro del momento, al ver al benemérito heredero de su adorado Hugo Chávez asediado por las "hordas fascistas", llevaron a D'Elía a ofender la memoria de nuestro gran héroe nacional, el General José de San Martín, al sugerir que éste compartiría su retorcido razonamiento.

No sería bueno dejar pasar semejante insulto, por eso permitamos que sea el propio Libertador quien le conteste a este profeta del odio a través de sus actos, que lo ubicaron en el sitial de honor de nuestra historia:

"Siete días después de Maipú, San Martín tuvo otro de esos gestos magnánimos, frecuentes en su vida. Osorio, al fugar, había dejado la valija de su correspondencia secreta, que cayó en poder de O'Brien, y éste la entregó cerrada a su jefe. Esa valija guardaba cartas de espías y traidores que avisaban desde Santiago a los realistas, los movimientos de los patriotas. San Martín pudo utilizarlas como cabeza de procesos y motivos de venganza; pero optó por quemar esos documentos.  

El 12 de abril se dirigió con el fiel O'Brien a un rancho de El Salto, en las afueras de la capital, y allá, sin testigos imprudentes, mandó encender una fogata, en la que fue arrojando, con su propia mano, aquellos papeles de infamia. San Martín, sentado en una tosca silla, a la sombra de un árbol y con el paisaje de los Andes en torno, veía la llama roja retorcerse en el aire, mientras las cartas quedaban convertidas en cenizas y sepultadas en ellas los nombres de los que traicionaron.  

En aquel sitio, O'Brien construyó, años después, una cabaña de recreo, en la que conservó la silla de San Martín con un letrero en que rememoraba aquel gesto de bondad". 

(Extractado del libro: "Panoramas de América" de Juana Caso de Sedano Acosta- Ed. Kapelusz)