El mandatario africano no ha vuelto a ser visto en público desde que participara en septiembre en la Asamblea General de la ONU en Nueva York
EL PAÍS
Peter Mutharika, presidente de Malawi ONU
Al presidente de Malawi, Peter Mutharika, no se le ve el pelo desde hace dos semanas. El mandatario africano viajó a Estados Unidos para participar en la Asamblea General de la ONU en Nueva York que se celebró durante la tercera semana de septiembre y, desde entonces, no ha vuelto a su país, donde se ha comenzado a especular sobre su estado de salud.
El Gobierno de Malawi, el lunes, lanzó un mensaje a través de Facebook para tranquilizar a sus compatriotas y, de paso, advertir que está prohibido propagar falsedades sobre la salud del mandatario. "Ignorad los rumores, el presidente está bien". Sin embargo, la declaración no aclara dónde se encuentra ni explica los motivos exactos de la prolongación de su viaje, solo que sigue ejerciendo sus funciones "y deberes" en Estados Unidos.
Los rumores expandidos en redes sociales con una etiqueta un tanto cómica, #bringbackourpresident, sostienen que el presidente podría estar tratándose en algún hospital estadounidense, algo que han hecho en el pasado otros mandatarios africanos, que en ocasiones aprovechaban sus viajes a Norteamérica para someterse a algún tratamiento médico. Para disipar las dudas algunos medios estadounidenses contactaron con la embajada de Malawi en Washington pero esta declinó realizar cualquier comentario.
Las explicaciones del Gobierno a la repentina ausencia de su presidente sin explicación alguna no ha dejado satisfechos a muchos ciudadanos, que creen que la falta de información es lo que está dando pie a los rumores. En Facebook, Whyte Blessings Mkandawire critica que el comunicado de la presidencia sea "muy largo pero sin hechos". Dice que no ha respondido las preguntas del millón, que son: qué ha estado haciendo en Estados Unidos, y qué deberes oficiales tiene de los que no se puede informar.
Otro internauta, Joc Mc Joe, afirma que Malawi tiene derecho a saber dónde está el presidente y exige saber qué ha estado haciendo durante más de dos semanas, "desde que dijera que había ido a una reunión". Su paradero es un misterio.
