Homenaje en Puerto Belgrano a 30 años del hundimiento del crucero
2-5-2012 |
Puerto Belgrano - Esta mañana, al pie del monumento erigido en honor al crucero ARA “General Belgrano”, se llevó a cabo la ceremonia conmemorativa, frente al Comando de la Flota de Mar.
El comandante de Adiestramiento y Alistamiento de la Armada, contralmirante Gastón Erice, encabezó el acto acompañado por los comandantes de la Infantería de Marina, contralmirante VGM Oscar Patricio González; de la Aviación Naval, contralmirante Hugo Manuel Vives; de la Flota de Mar, contralmirante Julio Alberto Graf; y de la tercera división de Ejército, general de brigada Ricardo Ruarte. También el cónsul general de España Adriano Romero Duello; el intendente del partido Coronel de Marina Leonardo Rosales, ingeniero Hugo Starc; y el intendente de Guaminí, Néstor Álvarez.
Asistieron a la ceremonia autoridades navales, familiares de fallecidos y ex tripulantes del crucero, además de organizaciones de representantes de los municipios de Bahía Blanca y Villarino, Gendarmería Nacional, Policía de la Provincia de Buenos Aires y asociaciones y centro de veteranos de guerra y ex combatientes de Malvinas y del crucero ARA “General Belgrano”.
No faltaron integrantes del cuerpo de bomberos de Punta Alta, de la Asociación Trabajadores del Estado de la Unión de Personal Civil de las Fuerzas Armadas y diversos establecimientos educativos; en total alrededor de 300 personas.
Apenas hizo su ingreso la bandera de guerra y luego de entonarse las estrofas del Himno Nacional argentino –ejecutado por la Banda de Música de la Base Naval Puerto Belgrano–, realizó una alocución el capitán de navío VGM Faustino Lavia, quien en 1982 era guardiamarina y perdió a tres compañeros en el hundimiento del “Belgrano”.
“Es para mí como ser humano, como argentino, como marino y compañero de promoción un honor y un compromiso pronunciar estas palabras. Sabemos que la muerte no diferencia jerarquías, edades, ni cargos, es así entonces que el honor y el dolor es común a todos”, expresó el capitán Lavia.
Luego, parafraseó al ex conscripto clase ‘62 Darío Volonté –conocido tenor–, quien dijo: “siento que aunque los hombres que me rescataron eran desconocidos, eso ya no importaba pues habían sido formados institucionalmente; esto que viví en una escala reducida me hace pensar que si una institución funciona te podes sentir protegido porque la gobiernan principios, porque su gente está preparada, no hace falta ser amigos. La formación que me dio la Armada en ese sentido me sirvió para el resto de mi vida y hoy creo que esa vivencia del rescate puede servirnos de símbolo. Los argentinos debemos solidariamente ayudarnos y rescatar al que se halla abajo”.
Para que el recuerdo del crucero y de los fallecidos no quede nunca en las profundidades, el capitán Lavia afirmó “somos ahora responsables de mantener vivo el fuego de ese espíritu con el ejemplo personal diario en el ejercicio de la profesión, sólo así sus sacrificios no habrán sido en vano”. Concluyó sus palabras evocando la memoria de Aguirre, Sevilla y Torlaschi, sus compañeros fallecidos ese domingo del ‘82.
En palabras del comandante de la Flota de Mar
Luego tomó la palabra el comandante de la Flota de Mar, contralmirante Julio Alberto Graf, quien evocó lo sucedido aclarando que las unidades argentinas estaban para “restituir al patrimonio nacional un suelo que por múltiples razones nos pertenece y para defender una causa justa, mientras que en el caso británico pretendían prolongar en el tiempo una situación anacrónica”.
Desdobló su discurso en tres reflexiones, la primera se centró en que “nadie va a una guerra a morir, los hombres de armas van al combate a cumplir con el deber más sagrado que les impone juramento: defender los intereses de sus naciones y proteger a sus conciudadanos”.
“Sin embargo, hay quienes quedan en el camino, en el caso del crucero ‘Belgrano’ 323 sobre una tripulación de 1093 hombres de mar. Este buque fue hundido porque su presencia representaba una clara amenaza al cumplimiento de la misión de las fuerzas británicas”.
La segunda reflexión fue dirigida a “los hombres y mujeres que hoy tripulan nuestras unidades de combate en el mar, el aire y la tierra”. A ellos les recordó un antiguo adagio que aseguraba la existencia de tres tipos de hombres: “los vivos, los muertos y los que estaban en el mar. La profesión de marino ha sido y será riesgosa por definición”.
Basta citar el ejemplo de la guerra de Malvinas durante la cual “la Armada acumuló más del 50% de los muertos en acciones de combate y en el caso del ‘Belgrano’ la desaparición de más del 25% de su dotación. Se requiere entonces una clara noción de los riesgos, decidido compromiso y una vocación de servicio sin límites para afrontar los desafíos a los cuales estarán expuestos en algún momento de sus carreras”.
Mientras que la última reflexión fue dirigida a los familiares de los fallecidos. “Sin lugar a dudas nos embarga un gran sentimiento de dolor y desasosiego frente a su pérdida e irreparable ausencia, pero al mismo tiempo inflama nuestra admiración y respeto por el arrojo y la entereza que demostraron”.
“Recordemos siempre a los 323 héroes del ‘Belgrano’ que guardan en eterna gloria los sagrados derechos soberanos del país en las islas Malvinas. Las frías aguas del mar austral no conmueven en lo más mínimo su patriótica vigilia, debemos sentirnos orgullosos”, concluyó el contralmirante Graf.
Bronce y flores
El acto continuó con una invocación religiosa a cargo del capellán castrense Pablo Vilca quién realizó un responso al “Belgrano”. Luego se procedió a destapar placas conmemorativas por parte de familiares, autoridades y asociaciones presentes. Y se depositaron ofrendas florales.
Este fue un momento muy emotivo para los familiares y ex tripulantes quienes llevaban en su pecho las medallas al valor en combate. Hubo abrazos y lágrimas porque esas no son simples placas de bronce, están hechas con los recuerdos compartidos con los fallecidos.
Con ese clima emotivo se entonaron las estrofas de la Marcha del “Belgrano”, seguida por la de la Armada, dando por finalizada la ceremonia.
Fuente: www.gacetamarinera.com.ar