jueves, 10 de abril de 2014

Corruptelas en el Ejército de Tierra de España, según un libro


Un teniente del Ejército pone al descubierto en un libro las corruptelas y abusos dentro de las Fuerzas Armadas
Condecoraciones -‘lotería’, venganzas en las evaluaciones de ascenso, comisiones en las compras de comida y combustible…
“Un paso al frente”, la obra escrita por un teniente del Ejército de Tierra en activo, de próxima aparición, cuestiona los privilegios de la cadena de mandos y denuncia la indefensión que sufren suboficiales y tropa. Ahora teme ser represaliado.

Portada del libro 'Un paso al frente', del teniente Luis Gonzalo Segura.

El autor de "Un paso al frente", el teniente del Ejército de Tierra Luis Gonzalo Segura, de 37 años y destinado en Trasmisiones, teme sufrir represalias por la publicación de su libro. De hecho, incluso valoró la posibilidad de sacarlo a la luz bajo un pseudónimo.

Un oficial, un suboficial y un soldado

“Ha sido el mayor reto de mi vida, porque jamás había escrito nada más allá de cualquier estúpido formulario”, asegura el teniente Gonzalo Segura, que ha dedicado año y medio a redactar esta novela. Lo ha hecho en su tiempo libre, y sin informar a sus superiores, consciente de que, si lo hubiera hecho, podrían haber intentado boicotear el proyecto.

La historia del libro gira en torno a tres militares –un oficial, un suboficial y un soldado- que se conocen durante su estancia en un centro de instrucción. Posteriormente vuelven a encontrarse destinados en Afganistán, un país donde sirvió temporalmente el autor.

Crítica a las “castas” de oficiales

El relato, según indica Gonzalo Segura, está plagado de hechos y situaciones reales, que él ha visto y vivido en sus años de servicio, y que ponen en cuestión el actual modelo y funcionamiento de las Fuerzas Armadas.

Hace hincapié especialmente en el “doble rasero” que se aplica a militares de tropa (“expulsados a los 45 años”) y suboficiales ("se les niegan los ascensos”), contrapuesto a lo que ocurre con lo que denomina “castas” de oficiales.

El centro principal de la crítica es este último colectivo: las “corruptelas y privilegios” que, según detalla en ‘Un paso al frente’, practican oficiales de los tres Ejércitos. Principalmente aquellos que tienen capacidad de decisión en materias como la compra de combustible, de comida o de equipos y armamento.

Lotería de condecoraciones

Dedica un apartado a los “privilegios” que tienen los altos mandos, como el acceso exclusivo a clubs e instalaciones deportivas militares.

También las condecoraciones-‘lotería’, distinciones que se reparten a aquellos que no hacen “demasiado ruido, aunque nunca hayan pisado un escenario de guerra”. Y las indemnizaciones de 60.000 euros que reciben los tenientes coroneles por no ascender a coronel, junto con las dietas y comisiones de servicio que reciben mientras “a la tropa se le reduce el salario”.

Denuncia también los denominados IPECs, los informes de evaluación que elaboran los mandos sobre el personal de tropa, y de los que dependen sus posibilidades de ascenso. Se utilizan, denuncia, como un castigo contra aquellos que no sigan la línea que marque su superior.

Coroneles al mando de piscinas

Las Fuerzas Armadas que describe están “condicionadas de cara al futuro” por la bicefalia: “52.000 cuadros de mando para 78.000 integrantes de tropa. Hay 205 generales para 10 brigadas, y coroneles en España que están al mando de piscinas militares…” asegura el autor.

La historia, según ha sabido ECD, ha llamado la atención del televisivo Jordi Évole, conductor del programa ‘Salvados’, aunque su participación en el espacio de laSexta aún no se ha cerrado.

 "Un paso al frente" será presentado el próximo 21 de abril en Madrid, en la librería Enclave de Libros, y en Zaragoza los días 22 y 23 de abril.

"Es muy probable que me expulsen"

“Es muy probable que sea expulsado del Ejército”, asegura a El Confidencial Digital, el teniente Gonzalo Segura, que añade que no le preocupa perder su sueldo pese a ser consciente de que eso repercutirá gravemente en su estabilidad económica. “Que pase lo que tenga que pasar”, dice.

Este oficial, que no tiene ni una mancha en su expediente tras 12 años de servicio, es consciente de que se le ha abierto una investigación para determinar posibles sanciones. Desde una multa económica a arresto, hasta incluso la expulsión de las Fuerzas Armadas, ya que, según recoge el Régimen Disciplinario militar, cualquier crítica sobre el funcionamiento interno difundida de forma pública es considerada falta grave.

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