martes, 27 de marzo de 2018

Gendarme francés héroe muere por salvar un rehén

Conmociona a Francia la muerte de un gendarme




Arnaud Beltrame, el gendarme que murió en el ataque

El oficial, que se ofreció para un intercambio por una rehén en el ataque en Trèbes, falleció por las heridas de bala
Luisa Corradini  | La Nación


PARÍS.- Francia tiene desde ayer un nuevo héroe nacional: el teniente coronel de gendarmería Arnaud Beltrame, que murió acribillado a balazos después de haber reemplazado como rehén a una mujer utilizada como escudo humano por el jihadista franco-marroquí que atacó un supermercado de Trèbes, en el sur del país.

El oficial de gendarmería, de 45 años, murió ayer a la madrugada tras haber recibido varios disparos efectuados por Raduane Lakdim, de 26 años, segundos antes del asalto que lanzaron las fuerzas del orden para neutralizarlo. El triple ataque cometido por ese radical islamista que actuó "en nombre de Alá" y como "soldado de Estado Islámico" mantuvo al país sin aliento durante más de cuatro horas y -contando el deceso de Beltrame- dejó cuatro muertos y 16 heridos.

"Francia nunca olvidará su heroísmo, su valentía y su sacrificio", dijo el ministro del Interior, Gérard Collomb.

El presidente Emmanuel Macron también definió a Beltrame como un héroe en un mensaje de condolencias dirigido a su familia y sus compañeros de armas. En el mismo texto apeló a "cada francés a honrar la memoria de un hombre ejemplar".

Diplomado de la prestigiosa Escuela Militar de Saint-Cyr en 1999, oficial durante 18 años, el teniente coronel Beltrame era el número tres de la agrupación de Gendarmería de l'Aude, el departamento donde se produjo el ataque. Había estado destinado a Irak, donde fue condecorado por su coraje.

"Enérgico", "entusiasta", "un tipo bien humano con sus subalternos", resumió ayer el coronel Sébastian Gay, su superior inmediato. "Siempre conseguía generar energía a su alrededor", agregó el teniente coronel Dominique Brajon.


Las circunstancias en las cuales fue abatido ayer por su secuestrador siguen siendo imprecisas. Se sabe que fue su teléfono celular -que dejó encendido sobre una mesa cuando consiguió reemplazar a una mujer que el agresor utilizaba como escudo humano- lo que permitió a sus colegas del cuerpo de élite (GIGN) intervenir apenas escucharon los disparos que le causarían la muerte.

Beltrame estaba habituado a las operaciones sensibles. Ironía del destino, hace tres meses, en diciembre del año pasado, había coordinado un vasto ejercicio de preparación a un eventual ataque terrorista en Carcassonne. El escenario que había escogido para esa simulación fue una toma de rehenes? en un supermercado.

El gobierno ordenó ayer colocar las banderas a media asta en los edificios de los organismos de seguridad y las fuerzas armadas. También anunció que se organizará en su honor un homenaje nacional.

La noticia de su muerte causó enorme conmoción en el país. Todos los noticieros de radio y televisión modificaron sus programaciones y transmitieron emisiones especiales dedicadas a evocar su gesto, entrevistar testigos y -sobre todo- recoger declaraciones de sus familiares y amigos.

El testimonio más estremecedor fue el de su madre: "Mi hijo dio todo por su país", dijo. "No me sorprende, sabía que tenía que ser él. Siempre fue así. Desde que nació, dio todo por su país", agregó. Recordó que, a sus temores de madre, solía responder: "Estoy haciendo mi trabajo, mamá, eso es todo". Ese comportamiento nunca la sorprendió: "Formaba parte de su forma de ser. Hacer su trabajo de la manera más noble posible".

"Se ha ido un verdadero héroe, es la realidad", reconoció su hermano Cedric. "Lo que hizo va más allá del compromiso de su profesión. Dio su vida por unos desconocidos. Desde luego, sabía que no tenía prácticamente ninguna posibilidad. Era muy consciente de lo que hacía. Y concluyó: "Si no se lo puede calificar de héroe, de verdad no sé qué hace falta para serlo".


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