Duro caso de violencia de género silenciado por la Fuerza Aérea
Periodismo y Punto
El jefe de la Base Aérea Militar de Morón, el Comodoro Elio Godoy Icasatti, no responde a los llamados de los periodistas, quizás no quiera anoticiarse o responsabilizarse una vez más de otro caso de violencia que incrimina a la Fuerza Aérea Argentina. El Ministerio de Defensa informó este año que investiga alrededor de 300 casos de distintos tipos de violencia en los que se imputa directamente a sus propios miembros.
El caso de Verónica C. es uno más de los muchos casos de agresión contra las mujeres que es invisibilizado por organismos tan cerrados y velados como lo son los sectores militares. Esta joven mujer sufre un terrible calvario desde hace muchísimo tiempo. Su ex esposo y padre de sus seis hijos, tres de ellos menores de edad, Daniel Cambareri, se violenta contra ella desde hace muchos años. Más allá de todo tipo de vejaciones, golpes e intimidaciones que recaen sobre Verónica y sus hijos, les toca padecer una constante amenaza de muerte. Cambareri no sólo los acosa telefónicamente, sino que se les aparece en su casa, llegó inclusive a presentarse en el colegio de los menores quienes tuvieron que ser retirados por un patrullero de la policía para su resguardo.
Daniel Cambareri es Vice comodoro de la Base aérea de Morón, su labor remite a ser el jefe del grupo, que dicho sea de paso es el lugar en el que vive la gobernadora de la provincia María Eugenia Vidal. Recordemos que fue la misma Vidal quién oficialmente y en carácter de ciudadana denunció al concejal de Luján, Leonardo Boto, ante la justicia de Morón luego de que se diera a conocer públicamente un audio en dónde este dirigente expresara sus ganas de “cagarla a trompadas”. Si la mismísima gobernadora se sintió violentada por estos dichos ¿qué debería sentir una mujer que ha soportado ante el silencio y la complicidad de la Fuerza Aérea los golpes, más allá de las palabras y en la materialidad de los puños y las patadas?.
Los padecimientos de Verónica C. son de larga data ante la indiferencia de la fuerza que no podía acceder a notificar a Cambareri de los reiterados pedidos de restricción perimetral ni a cumplir con las frecuentes promesas de sanción ante sus denuncias. Algo tan simple como la entrega de una notificación judicial se volvía una tarea imposible para la Policía de la Provincia de Buenos Aires a la que se le vedaba el acceso a la base.
Luego de una desesperada campaña lanzada en Twitter (qué otra cosa quedaba para hacer por Verónica ya que se habían golpeado todas las puertas de la justicia) y en la que intervinieron y colaboraron algunas de las principales miembros del colectivo Ni Una Menos, se logró que Daniela Reich, del Consejo Provincial de la Mujer (CPM), consiguiera un traslado provisorio para Verónica y sus hijos y resguardo por parte de un miembro de la policía provincial.
Cambareri ha tenido múltiples denuncias por violencia y se han labrado órdenes de restricción contra él que sistemáticamente han sido violadas. Es importante mencionar que Cambareri no cumple con ninguna cuota alimentaria y que sus hijos son asistidos gracias a la colaboración de conocidos y ajenos que les proveen de alimentos e indumentaria. Verónica ha salido a juntar cartones para darle de comer a sus hijos. Ha mencionado que un día, por ejemplo, han tomado agua con azúcar porque no tenían nada más.
Finalmente y gracias a las reiteradas denuncias y reclamos públicos se logró que a Cambareri se lo separara momentáneamente de su cargo, se le otorgó una licencia hasta que la justicia se expida sobre el caso. Lo peligroso ahora es que ya sabe donde se encuentra Verónica y esto representa un peligro inminente para ella y sus hijos. Además y debido a la querella que debe hacer frente Cambareri se encuentra a la búsqueda de “testigos” falsos que lo avalen para hacer una contra - demanda que lo libre de las acusaciones de violencia.
Quizás la historia de Verónica tenga una arista aún más triste todavía y es que sus hijos mayores han quedado atados a la violencia que su padre les ha impartido y quién se ha encargado de separarlos. Ojalá no sea tarde para ellos y puedan hallar la verdad y apartarse de la violencia en cualquiera de sus formas y tener un reencuentro sano con su madre y hermanos.
No se intenta de ninguna manera lanzar una campaña de desprestigio contra la Fuerza Aérea como se han encargado de manifestar algunos defensores desinformados del vicecomodoro sino todo lo contrario. Lo que se intenta es lanzar un llamado de atención, un pedido a que se presten oídos para que se puedan escuchar las terribles situaciones de vejámenes que precisamente son las encargadas de condenar a las fuerzas militares a los oscuros lugares de violencia y represión asociadas al pasado. Son ellos mismos los que ignorando el mal proceder de unos condenan a los otros, a los honestos, a los que verdaderamente creen en los preceptos que se les inculcan y sostienen en su labor diaria.
Hoy el Vice Comodoro se encuentra imputado y procesado, fue retirado del cargo que ocupaba. Sigue sin pasar alimentos a sus hijos menores, que tampoco cuentan con cobertura médica. No es la única historia, hay cientos de mujeres acalladas por miedo, por vergüenza y principalmente por presión e indiferencia de las Fuerzas Armadas, si estas se quieren mantener fiel a su premisa deberán garantizar un hogar para Verónica y que con ello prueben que creen en Dios y luchan por la Patria, sino todo se reduce a una simple y falsa fachada dónde no existe la justicia y se ampara la violencia.
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