Lo hizo mediante un DNU para reforzar el rol del Ejército en cuestiones de seguridad.
El diputado Julio Martínez (UCR) ratificó ayer su ofensiva contra el ascenso del jefe del Ejército César Milani, al recordar que el jefe militarrecibió más de $ 1.325 millones para “ampliar las tareas de inteligencia y seguridad interior que ya viene realizando el Ejército”.
Martínez, quien hace meses dio la primicia a Clarín sobre la responsabilidad del entonces subteniente Milani en la desaparición del conscripto riojano Alberto Agapito Ledo, precisó que esa partida presupuestaria fue habilitada “mediante el DNU 1757 del 7/11/2013”.
El legislador riojano aclaró que en forma reiterada pidió al Gobierno que explique cuál es el rol de las Fuerzas Armadas en el sistema de vigilancia y reconocimiento del espacio aéreo argentino Operativo Fortín II y en el programa Escudo Norte, destinado a reforzar la frontera norte del país.
Asimismo, Martínez consideró que se asigne “mayores créditos en el Estado Mayor General del Ejército a fin de cumplimentar las exigencias de adiestramiento y de mantenimiento de la reserva operacional de la fuerza y para el Operativo Fortín II, no hace más que confirmar las sospechas sobre por qué el kirchnerismo, (Hebe de) Bonafini incluida, echa por tierra el relato oficial de los derechos humanos”.
Para Martínez, “no caben dudas que la refuncionalización del Ejército al servicio del proyecto nacional y popular tiene como principal objetivo su participación en actividades de inteligencia y seguridad interior, ambas vedadas por la ley de defensa, la ley de seguridad interior y la propia ley de inteligencia”. Respaldó así la denuncia del senador radical Gerardo Morales quien denunció que Milani ordenó interceptar sus teléfonos y hacerle un seguimiento personal por sus críticas a su designación.
En este sentido, el diputado remarcó que la participación de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad interior “está explícitamente vedada por la legislación vigente, excepto en casos muy puntuales y dentro de los precisos límites y criterios establecidos por la Ley de Seguridad Interior”.
De acuerdo a lo sostenido por Martínez, “el abierto involucramiento de la inteligencia militar en actividades de espionaje interno, y la presencia cada vez más extendida de efectivos militares a lo largo y ancho del país, en diferentes circunstancias y conflictos, pretende ejercer un efecto disuasivo frente a posibles desbordes sociales provocados por el brutal ajuste por inflación que el kirchnerismo viene ejerciendo salvajemente”.
“La apelación a las FF.AA. para involucrarlas en tareas propias de las fuerzas policiales o de seguridad, nos retrotrae a períodos nefastos de la historia argentina de tres décadas atrás y desnuda un modelo que, evidentemente, hace agua y no puede dar respuestas eficaces a los problemas de los argentinos”, reflexionó el diputado radical.
Para terminar, Martínez se pregunta: “¿Hace falta alguna otra prueba para desnudar el pacto entre Milani y el Gobierno que esta ampliación presupuestaria “de urgencia” para que el Ejército?”
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