Arturo Puricelli |
Por: Edgardo Aguilera
Raúl Argañaraz fue desplazado del cargo de presidente de la Fábrica Argentina de Aviones y en su lugar asumió Matías Savoca. El Gobierno nacional decidió apartar al funcionario luego de constatar una serie de inconsistencias en las cuentas de la empresa aeronáutica estatal denominada Brigadier Mayor San Martín en homenaje a quien la condujo entre 1945 y 1955.
Fabricaciones Militares tiene un representante en el directorio de FAdeA, de ese organismo surgió el designado Savoca, lo acompaña Walter Wayar, vicepresidente, quien el 10 de diciembre finalizó el mandato de diputado nacional por Salta.
El flamante CEO de FAdeA, máster en Economía de la universidad San Andrés, ejerció el cargo de director de Negocios en Defensa y Seguridad en Fabricaciones Militares.
Asumió el viernes pasado en una ceremonia discreta, sólo estuvo presente el secretario de Ciencia, Tecnología y Producción para la Defensa, Santiago Rodríguez, quien también ocupó el puesto de presidente en Fabricaciones Militares y fue miembro del directorio de FAdeA hasta su actual designación en Defensa.
En el Día de la Industria celebrado a principios de setiembre, Argañaraz anunció con toda la pompa: "En los dos últimos años logramos revertir factores muy negativos que impedían desarrollar el proyecto emprendido de reconstruir una empresa inexistente".
Tres meses más tarde, la realidad de una inspección contable detallada barrió con la ficción. No está claro el destino y aplicación de unos 300 millones de pesos, si se invirtieron o se gastaron en actividades no compatibles con el desarrollo de la firma estatal.
Durante más de 45 días cada partida, contrato y convenio con proveedores de FAdeA fue auscultado por personal de la unidad de transparencia perteneciente a la Dirección General de Fabricaciones Militares. La pesquisa de los contadores dio con un ejemplo del desaguisado general: en enero de 2013 Arturo Puricelli ordenó transferir a FAdeA $ 82 millones (13 millones de euros) de afectación exclusiva a la compra de aviones de entrenamiento, sólo se aplicaron 9 millones de la moneda europea.
La información contable que fue compartida entre Defensa y el ministerio de Axel Kicillof, interesaba a Economía el dato de los impagos en moneda extranjera, gran parte de los proveedores de FAdeA son firmas cuyas casas matrices están en la Unión Europea, en los Estados Unidos, en Israel, en Canadá y en Rusia.
En la lista de compromisos demorados aparecen; entre otros; unos 15 millones de dólares a la firma israelí Elbit, que es la encargada de la modernización del cockpit del nuevo Pampa, versión GT (generación táctica), 4 millones a Honeywell, proveedor de la turbina para ese avión, 11 millones al conglomerado israelí IAI, por un contrato de modificación del Pucará, unos u$s 500 mil a la estadounidense Derco, proveedor de repuestos para Hércules C-130 y 5 millones de euros a la firma alemana Grob Aircraft por la adquisición de aviones de entrenamiento. También se detectaron incumplimientos en convenios de asociación estratégica que se habían establecido para el desarrollo de 40 jets Pampa, por caso, con la empresa rusa Zvedza, proveedora de los asientos eyectables. Sólo se adquirieron dos para equipar maquetas destinadas a promocionar el avión en muestras estáticas internacionales.
En 2009 el Gobierno decidió tomar el control de la fábrica concesionada desde 1994 a la empresa norteamericana Lockheed Martín Aircraft Argentina SA.
La gestión del concesionario estadounidense tuvo altibajos, quizás el más perjudicial para el país fue no colocar en el mercado global el jet entrenador Pampa desarrollado por la Fuerza Aérea Argentina.
Raúl Argañaraz fue desplazado del cargo de presidente de la Fábrica Argentina de Aviones y en su lugar asumió Matías Savoca. El Gobierno nacional decidió apartar al funcionario luego de constatar una serie de inconsistencias en las cuentas de la empresa aeronáutica estatal denominada Brigadier Mayor San Martín en homenaje a quien la condujo entre 1945 y 1955.
Fabricaciones Militares tiene un representante en el directorio de FAdeA, de ese organismo surgió el designado Savoca, lo acompaña Walter Wayar, vicepresidente, quien el 10 de diciembre finalizó el mandato de diputado nacional por Salta.
El flamante CEO de FAdeA, máster en Economía de la universidad San Andrés, ejerció el cargo de director de Negocios en Defensa y Seguridad en Fabricaciones Militares.
Asumió el viernes pasado en una ceremonia discreta, sólo estuvo presente el secretario de Ciencia, Tecnología y Producción para la Defensa, Santiago Rodríguez, quien también ocupó el puesto de presidente en Fabricaciones Militares y fue miembro del directorio de FAdeA hasta su actual designación en Defensa.
En el Día de la Industria celebrado a principios de setiembre, Argañaraz anunció con toda la pompa: "En los dos últimos años logramos revertir factores muy negativos que impedían desarrollar el proyecto emprendido de reconstruir una empresa inexistente".
Tres meses más tarde, la realidad de una inspección contable detallada barrió con la ficción. No está claro el destino y aplicación de unos 300 millones de pesos, si se invirtieron o se gastaron en actividades no compatibles con el desarrollo de la firma estatal.
Durante más de 45 días cada partida, contrato y convenio con proveedores de FAdeA fue auscultado por personal de la unidad de transparencia perteneciente a la Dirección General de Fabricaciones Militares. La pesquisa de los contadores dio con un ejemplo del desaguisado general: en enero de 2013 Arturo Puricelli ordenó transferir a FAdeA $ 82 millones (13 millones de euros) de afectación exclusiva a la compra de aviones de entrenamiento, sólo se aplicaron 9 millones de la moneda europea.
La información contable que fue compartida entre Defensa y el ministerio de Axel Kicillof, interesaba a Economía el dato de los impagos en moneda extranjera, gran parte de los proveedores de FAdeA son firmas cuyas casas matrices están en la Unión Europea, en los Estados Unidos, en Israel, en Canadá y en Rusia.
En la lista de compromisos demorados aparecen; entre otros; unos 15 millones de dólares a la firma israelí Elbit, que es la encargada de la modernización del cockpit del nuevo Pampa, versión GT (generación táctica), 4 millones a Honeywell, proveedor de la turbina para ese avión, 11 millones al conglomerado israelí IAI, por un contrato de modificación del Pucará, unos u$s 500 mil a la estadounidense Derco, proveedor de repuestos para Hércules C-130 y 5 millones de euros a la firma alemana Grob Aircraft por la adquisición de aviones de entrenamiento. También se detectaron incumplimientos en convenios de asociación estratégica que se habían establecido para el desarrollo de 40 jets Pampa, por caso, con la empresa rusa Zvedza, proveedora de los asientos eyectables. Sólo se adquirieron dos para equipar maquetas destinadas a promocionar el avión en muestras estáticas internacionales.
En 2009 el Gobierno decidió tomar el control de la fábrica concesionada desde 1994 a la empresa norteamericana Lockheed Martín Aircraft Argentina SA.
La gestión del concesionario estadounidense tuvo altibajos, quizás el más perjudicial para el país fue no colocar en el mercado global el jet entrenador Pampa desarrollado por la Fuerza Aérea Argentina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario