La siguiente es la traducción de parte de un artículo publicado hoy por Al Jazeera bajo el título “Secret files: US officials aided Gaddafi”, en el que se revela la colaboración de un ex funcionario de la Casa Blanca y un legislador estadounidense con Muammar Gadafi en su lucha contra los rebeldes y la OTAN.
El productor de noticias de Al Jazeera, Jamal Elshayyal, recientemente obtuvo acceso al cuartel general en Trípoli de la agencia de inteligencia de Libia. Entre los documentos dispersos por el edificio demolido había archivos secretos que indican que estadounidenses influyentes asesoraron a Muammar Gadafi desde el inicio de la revuelta libia. Aquí está su relato del descubrimiento:
“[...] Comunicación con oficiales de EE.UU.
Pude contrabandear algunos documentos, entre ellos unos que indican que el régimen de Gadafi, a pesar de su constante retórica anti-americana, mantenía comunicaciones directas con figuras influyentes en los Estados Unidos.
Hallé lo que parece ser el acta de una reunión entre altos funcionarios libios – Abubakr Alzleitny y Mohammed Ahmed Ismail – y David Welch, el antiguo subsecretario de estado de George W. Bush. Welch fue el hombre que intervino en la gestión del acuerdo para restablecer las relaciones diplomáticas entre EE.UU. y Libia en 2008.
Welch ahora trabaja para Bechtel, una compañía multinacional americana con contratos de contrucción billonarios a través de Medio Oriente. Los documentos registran que, el 2 de agosto de 2011, David Welch se reunió con los funcionarios de Gadafi en el Hotel Four Seasons en El Cairo, a pocas cuadras de la embajada estadounidense.
Durante esa reunión Welch asesoró al equipo de Gadafi sobre cómo ganar la guerra de propaganda, sugiriendo varias “medidas de construcción de confianza”, según los documentos. Los archivos parecen indicar que una influyente personalidad política estadounidense estuvo asesorando a Gadafi sobre cómo golpear a los EE.UU. y la OTAN.
Las actas de esta reunión registran su consejo sobre cómo minar el movimiento rebelde en Libia, con la potencial asistencia de agencias de inteligencia extranjeras, incluyendo Israel.
Se lee en los documentos: “Cualquier información relacionada con al-Qaeda y otras organizaciones terroristas extremistas debería ser hallada y entregada a la adminisración americana pero sólo a través de las agencias de inteligencia de Israel, Egipto, Marruecos, o Jordania… América los escuchará a ellos… Es mejor que reciba esa información como si proviniera de esos países…”.
Los papeles también documentan que Welch aconsejó al régmen de Gadafi que tome ventaja de la actual revuelta en Siria. Los documentos contienen este fragmento: “La importancia de tomar ventaja de la situación siria particularmente advirtiendo sobre la política de doble estándar adoptada por Washington… los sirios nuna fueron sus amigos (de Libia) y ustedes no perderían nada con explotar la situación allá enorden a avergonzar a Occidente”.
‘Estimulando a Gadafi’
A pesar de este estímulo aparente a Gaddafi para perseguir una campaña de propaganda a costa de Siria, los documentos afirman que Welch atacó a Qatar, describiendo las acciones de Doha como ‘cínicas’ y una tentativa de desviar la atención del malestar en Bahrain.
Los documentos alegan que Welch buscaba proponer la siguiente solución a la crisis que según él muchos de la administración estadounidense apoyarían: “(Gadafi) debería apartarse” pero “no necesariamente abandonar todos sus poderes”.
Este consejo es una clara contradicción con las demandas públicas de la Casa Blanca de que Gadafi debía ser removido.
De acuerdo con el documento, cuando la reunión terminaba, Welch prometió: “comunicar todo a la administración americana, al Congreso y a otras figuras influyentes”.
Aparentemente Welch no fue el único estadounidense importante en brindar ayuda a Gadafi mientras la OTAN y los rebeldes estaban trabados en lucha con su régimen.
En el suelo de de la oficina del jefe de inteligencia había un sobre dirigido al hijo de Gadafi, Saif Al-Islam. En su interior hallé lo que parece ser un resumen de una conversación entre el integrante del Congreso estadounidense Denis Kucinich, que se opuso públicamente a la política de EE.UU. contra Libia, y un intermediario del hijo del líder libio.
El documento detalla un pedido del congresista de información que él necesitaba para cabildear con legisladores de su país para suspender su apoyo al Consejo Nacional de Transición (CNT) y para poner fin a los ataques aéreos de la OTAN.
Según el documento, Kucinich buscaba evidencia de corrupción dentro del CNT y, como Welch, cualquier posible vínculo entre mandos rebeldes y al-Qaeda.
El documento también enumera información específica necesaria para defender a Saif Al-Islam, quien está actualmente en la lista de los más buscados de la Corte Penal Internacional.
Dispersados a través de la oficina central había marcos rotos que contienen los retratos del “hermano líder”, imágenes poderosas que representan la caída repentina de Gadafi en desgracia.
Tomó seis meses derribar el régimen de Gadafi, pero el coronel gobernó realmente durante más de cuarenta años. Durante su reinado miles de personas fueron desaparecidas, aviones fueron dinamitados, y acuerdos de billones de dólares fueron alcanzados en las más dudosas circunstancias.
La búsqueda de la verdad detrás de todo esto tardará mucho, y hasta entonces habrá algunas cosas que nunca serán conocidas.
Al Jazeera contactó a representantes de Welch y Kucinich en busca de comentarios, pero no han respondido”.
Fuente: Al Jazeera
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