sábado, 12 de agosto de 2017

Nazis en Virginia

Estado de emergencia en Virginia por disturbios entre grupos radicales

Supremacistas blancos, que habían convocado una concentración, chocan con contramanifestantes
PABLO DE LLANO | El País



Un grupo de supremacistas blancos, en los enfrentamientos de este sábado en Charlottesville (Virginia).

Una marcha de supremacistas blancos convocada para este sábado en Charlottesville (Virginia) ha disparado la tensión en esta ciudad sureña provocando enfrentamientos con contramanifestantes que han dejado varios heridos y un número indeterminado de arrestados. El ayuntamiento había declarado ilegal el acto antes de su inicio. El Gobierno estatal ha activado el estado de emergencia y ha desplegado un fuerte contingente de cuerpos antidisturbios.



Bajo el lema Unir a la derecha cientos de miembros de la ultraderecha racista americana se han reunido para protestar por el plan de retirada de una estatua en homenaje al general confederado Robert E. Lee. El grupo antirracista Southern Poverty Law Center ha denunciado que el acto supone “el mayor encuentro de odio en décadas”. Los radicales racistas han mostrado banderas confederadas, coreando consignas nazis y se han pertrechado con cascos y escudos. Antes del mediodía ya se había desatado la situación de violencia, concentrada en el campus de la Universidad de Virginia. Entre los contramanifestantes destacaba la agrupación antirracista Black Lives Matter.



La situación se comenzó a caldear este viernes por la noche cuando los primeros centenares de manifestantes supremacistas llegados a la ciudad se juntaron en el campus de la Universidad de Virginia, junto a una estatua de Thomas Jefferson, uno de los padres fundadores de EE UU, para lanzar sus primeros cánticos de protesta, con proclamas como “Las vidas de los blancos importan” o “No nos sustuiréis”, desfilando en la noche de Charlottesville con antorchas encendidas.

Un primer grupo de contramanifestantes acudió a repudiar la concentración y se vivieron momentos de tensión entre un bando y otro. La policía tuvo que intervenir y al menos una persona salió esposada del lugar.



La policía estatal de VirginIa se ha preparado para la jornada de hoy con más de 1000 agentes. El Gobierno del Estado ha pedido a los ciudadanos que no se acerquen al punto más caliente, el Emancipation Park. El alcalde Charlottesville, Mike Signer, ha rechazado el acto como “un desfile cobarde de odio e intolerancia”. Hace un mes la ciudad vivió otra jornada similar con una manifestación del movimiento racista Ku Klux Klan, motivada también por su oposición al proyecto de retirada de la estatua del general Lee, que terminó con 23 arrestados.

El movimiento supremacista blanco, conformado por una constelación de distintos grupúsculos cuya presencia es más significativa en estados sureños como Virginia, ha experimentado un repunte de actividad y visibilidad en los últimos tiempos al calor de la controversia en torno a los planteamientos de corte xenófobo y nacionalistas del presidente de EE UU, el republicano Donald Trump.



Ni el mandatario, de vacaciones en su club de golf de Nueva Jersey, ni alto cargo alguno de su gabinete se han pronunciado de momento sobre los sucesos. La primera reacción de la Casa Blanca ha sido, soprendentemente, la de la primera dama Melania Trump, que ha escrito en Twitter poco después de los disturbios: "Nuestro país promueve la libertad de expresión, pero comuniquémonos sin odio en nuestros corazones. Nada bueno sale de la violencia. #Charlottesville".

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