Estados Unidos analiza derribar los misiles de Corea del Norte durante sus pruebas
Dos fuentes del pentágono dijeron al periódico The Guardian que el gobierno de Donald Trump considera utilizar el sistema antiáereo Aegis que portan sus destructores para interceptar los cohetes en vuelo. Alerta por los peligros de un aumento de la escalada militar
Infobae
Las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos consideran empezar a derribar los misiles lanzados por Corea del Norte durante sus pruebas, según dijeron dos fuentes del Pentágono al periódico británico The Guardian.
La muestra de fuerza es considerada por los expertos como una manera menos extrema que la guerra de presionar al hermético régimen de Kim Jong-un, que anunció el lunes que aumentaría la frecuencia de sus pruebas misilísticas a una por semana.
La opción ya había sido presentada por el secretario de Defensa John Mattis al Congreso estadounidense y se discutió en el pasado, pero ahora parece estar más cerca que nunca.
Washington la estaría considerando como respuesta a una nueva prueba nuclear (la sexta) encarada por Pyongyang, que expertos consideran próxima.
Los derribos se harían con el sistema de misiles antiáereo Aegis presente en destructores estadounidenses. El USS Nitze, en la foto (AFP)
Pero algunos especialistas advierten que la medida podría desencadenar una escalada militar difícil de controlar.
"Sería una acción de escalada, pero no podría predecir cómo sería interpretado por Kim Jong-un", dijo Abraham Denmark, un funcionario del Pentágono de la era Obama. "Pero creo que él podría reaccionar con fuerza para no aparecer débil", agregó.
Las fuentes citadas por The Guardian aseguran que el medio utilizado para los derribos sería el sistema de defensa antiaérea Aegis, que portan los destructores de la Marina estadounidenses enviados a la región, como escolta del portaaviones USS Carl Vinson.
La destrucción de misiles durante sus pruebas podría generar una escalada aún mayor
De esta manera se evitaría utilizar el sofisticado y poderoso sistema THAAD, que Estados Unidos está instalando en Corea del Sur y que le ha generado fuertes tensiones con China, que lo considera una amenaza a su seguridad.
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y su par chino, Xi Jinping, mantuvieron la semana pasada una reunión amistosa en la que parecieron acordar una posición común frente a las pruebas misilísticas y nucleares de Pyongyang, por lo que el magnate buscaría no perjudicar este momento empleando el THAAD.
El costo de esta maniobra llegará si el Aegis, más antiguo, no logra derribar los misiles, lo que sin duda será visto por Kim Jong-un como una victoria y una fuente de prestigio.
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