Narcojet / Cómo se preparó el envío de droga
Los Juliá sobrevolaron Morón para probar la carga del avión
El test duró media hora; querían evaluar el peso de la aeronave antes de ir a España
Miércoles 09 de febrero de 2011 | Publicado en edición impresa.
Gustavo Carabajal
LA NACION
Antes de partir a España con los 944 kilogramos de cocaína, los hermanos Gustavo y Eduardo Juliá hicieron un vuelo en la base aérea militar de Morón para probar el funcionamiento de la aeronave.
Según informaron fuentes de la investigación, ese viaje de prueba se realizó el 18 de diciembre pasado. En el plan de vuelo presentado ante la torre de control de la base, el piloto del Challenger 604, Eduardo Juliá, colocó Morón-Morón.
El vuelo duró no más de media hora y se hizo después de que los hermanos Juliá llegaron de Mar del Plata. Los investigadores sospechan que el vuelo fue hecho con lastre distribuido de la misma forma en la que se iba a acomodar la droga en el avión.
La prueba se concretó una semana antes de la fecha original programada por los imputados para llevar el cargamento a España: el 25 de diciembre. Finalmente, la partida rumbo a Barcelona se postergó una semana, para el 1° de enero.
La elección de ambas fechas para partir con el cargamento de droga no fue casual. Se trata de jornadas con tráfico intenso en Ezeiza, donde se despachan 4500 valijas que no alcanzan a pasar por todos los escáneres.
Hasta la partida desde Ezeiza, el plan que habían diagramado los imputados se había cumplido según lo previsto. Ningún funcionario de la Aduana revisó el contenido del avión. A las 23.44 del 1° de enero, en medio del caos provocado por el movimiento de pasajeros por las fiestas de fin de año, nadie prestó atención al vuelo privado que salía con tres personas a bordo.
Pero el 2 de enero, al aterrizar en el aeropuerto de El Prat, en Barcelona, policías de la Guardia Nacional de España levantaron el piso del avión y secuestraron la droga.
El ensayo tenía como objetivo probar si los casi 1000 kilogramos de cocaína podían desestabilizar la aeronave durante la travesía a España. Es que los vuelos anteriores a ese país habían sido con otro avión con cargamentos de menos de 100 kg de droga.
Luego de realizar un recorrido en forma de óvalo sobre la base, el Challenger 604 que pertenece a los hermanos Juliá quedó en un hangar de la dependencia donde se presume que fue cargado con 944 kg de cocaína.
Varios testigos que declararon en el juzgado que investiga el contrabando dijeron haber escuchado decir a uno de los hermanos Juliá que el avión sería retapizado.
Estos testimonios abonan la hipótesis de los investigadores argentinos que indica que la cocaína fue cargada en la base aérea de Morón entre el 17 y el 30 de diciembre pasados.
Para acomodar los paquetes con cocaína de forma tal que no causara problemas en el vuelo, los hermanos Juliá habrían contratado a un ingeniero aeronáutico que levantó el piso de la cabina de pasajeros del avión para ocultar la droga.
En las últimas horas, el juez federal Norberto Oyarbide solicitó revisar el expediente del contrabando ante la presunción de que pudiera tener alguna vinculación con la denominada causa de la mafia de los medicamentos, pero hasta ayer ningún funcionario de su juzgado se había acercado para ver el sumario.
Fuente: LA NACION
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