Imagen de normalidad en una calle de Damasco ayer, cedida por la agencia oficial SANA. | Afp
La única fuente de información constante ha sido la televisión pública siria
Testigos en Damasco no escucharon ninguna explosión ni vieron daños
Hay quien se pregunta si realmente tuvo lugar el atentado ayer
P. Romero | Madrid
Actualizado jueves 19/07/2012 11:23 horas
La falta de información contrastable en Siria ha dado alas a las especulaciones sobre el atentado que terminó con la vida del ministro de Defensa, Daud Rahiya, a su ayudante el general Hasan Turkmani y al cuñado del presidente Asad, Asef Shaukat, viceministro de Defensa y hombre fuerte del régimen. Incluso hay quien se pregunta si realmente tuvo lugar en el lugar y el momento anunciado por las fuentes oficiales.
Algunos periodistas que se encuentran sobre el terreno en Damasco aseguraban durante la jornada que no había señales visibles de explosiones o una presencia extraordinaria de fuerzas de seguridad en las inmediaciones de la sede de la Seguridad Nacional, lugar donde se produjo según las fuentes oficiales del régimen.
Tal es el caso de la corresponsal de la BBC en la zona, Lina Sinjab, quien en su cuenta en Twitter comentaba, muy poco después del atentado, que no había ni siquiera ventanas rotas en el edificio.
Algunos testigos residentes en la capital comentario al diario británico The Guardian que tampoco habían escuchado una explosión y no había daños visibles en el exterior del edificio.
Otro periodista en Damasco, el holandés Sander van Hoorn, declaró a la cadena estadounidense CNN que vivió "la escena más extraña", dado que en los alrededores del lugar del supuesto ataque suicida permanecían en calma total. "Nadie me ha dado una buena explicación de cómo puede ser que sólo a 100 metros del lugar de la explosión la gente estaba actuando como si nada hubiera pasado", comentó.
De hecho, Van Hoorn destaca la novedad que supone que sea la televisión estatal Siria la principal fuente de la noticia, toda una "novedad" en un país en el que para estar informado la televisión pública Siria sería normalmente "el último sitio al que acudir".
¿Qué pudo haber pasado?
El periodista español Jordi Pérez Colomé, autor de 'El país esquizofrénico', (Ecicero.es) y que recientemente ha estado en Siria, sostiene en su blog que hay varios elementos "raros" en la información que se ha ido publicando sobre el atentado. Lo primero es que no hay imágenes, algo extraño ya que en otros atentados de rebeldes sirios "enseguida hay fotos y vídeo del desastre".
Tampoco es común que sea la televisión estatal del régimen prácticamente la única 'fuente' de información directa (junto al canal de televisión de Hezbolá Al Manar, afirma The Guardian).
En una conversación telefónica con ELMUNDO.es, Pérez Colomé cree que el atentado incluso pudo haberse producido con anterioridad. En su blog cita a una fuente en Damasco que le asegura que se produjo el pasado 22 de mayo, que no tuvo una especial repercusión mediática. "Han nombrado al nuevo ministro de Defensa sólo dos horas más tarde, parece todo muy preparado para dar una cierta sensación de seguridad".
"Las consecuencias reales de este hecho en realidad son las mismas, quizá el régimen de Asad lo que buscaba era ganar tiempo y dar una imagen de solidez, de que el Gobierno aguanta incluso cuando más acorralado está", afirma.
EEUU cada vez está más preocupado con que la guerra civil que en la práctica vive el país propicie el descontrol del arsenal de armas del Ejército de Asad, en especial de sus armas químicas. El propio secretario de Defensa, Leon Panetta, ya ha amenazado al régimen "si algo sucede en lo que respecta a esos sitios".
Pérez Colomé pone de relieve que existe un peligro real de recrudecimiento de la violencia, que ya asola el país, precisamente debido a la situación a la que se enfrenta el moribundo régimen de Asad. "Morirá matando", augura.
Fuente: El Mundo
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