La verdadera historia del allanamiento y despidos en Fabricaciones Militares
Por Alicia Panero
Foto La Nación
Periodismo y Punto
Anoche el periodista Luis Gasulla recibió la información que, desde la Fiscalía Norte, allanarían la sede de Fabricaciones Militares sobre la Avenida Cabildo de la ciudad de Buenos Aires.
Esta mañana, la justicia intervino. El ataque que recibió el periodista, en las redes sociales, impulsada por la resistencia "K" y el periodismo militante, fue burdo.
La información exclusiva que recabó Periodismo y Punto merece ser leída a la hora de sacar conclusiones.
La escritora y periodista Alicia Panero explica Fabricaciones Militares por dentro:
Uno de los refugios kirchenistas mejor guardados del gobierno que se fue, donde hoy un patrullero y un camión anti tumultos previenen posibles conflictos, ya que 140 de sus empleados no pueden entrar, están en una lista de despido, en su mayoría de la agrupación la Campora, que durante estos años no hicieron absolutamente nada. Parte de la limpieza impuesta por el nuevo director, el arquitecto Lostri.
Los militares ya no tallaban nada en Fabricaciones Militares, fueron retirados de sus puestos, todos, solo quedan dos, que cuando debían ir a la sede central, en el barrio de Belgrano, tenían que hacerlo de civil, por norma de los directivos k.
Desde 2011, se nombraron aproximadamente 1000 personas, en las distintas fábricas, y solo en Avenida Cabildo pasaron de 100 a 500
Fabricaciones Militares produce productos químicos, explosivos para minería, pólvora para las FFAA y uso civil.
Para el 2015 el déficit de fabricaciones militares, es de 1200 millones de pesos y se produce y se exporta el 50 % menos que en 2011.
Con un presupuesto de 600 millones de pesos anuales en 2014 y 900 millones en 2015.
Los científicos no k, con proyectos de desarrollo tales como producción a gran escala de agroquímicos o biodiesel para autoabastecer a las tres fuerzas armadas, fueron relegados a tareas menores, retirados de sus oficinas, confinados, sin darle ninguna importancia a los proyectos productivos.
A decir de algunos empleados de mucha antigüedad, Santiago Rodríguez, el director nombrado por Cristina, convirtió la empresa estatal en un ministerio donde el dinero entraba como mana del cielo, para hacer asistencia social de sus cientos de nuevos empleados de la Cámpora. Tomaron todos los bienes del estado como propios haciendo uso y abuso de automóviles y choferes, por ejemplo.
Además de dejar aislados ex profeso, a la gente con experiencia, para que no vean sus manejos.
Comparando los datos de la administración anterior, sorprende el incremento del monto de contratos de las mismas cosas que se contrataban antes, ese aumento fue del 400 al 600 %.
El trabajo que otrora, hacia un empleado, lo hacen ahora 5 y mal, la burocracia aumento para justificar la presencia de todo ese personal, y una cotización que se hacía en dos días, ahora se hace en diez.
En el sector de comunicaciones a cargo de la esposa del interventor Rodríguez, Barbara Grane, apodada “la emperatriz”, se imprimían panfletos y folletos de las campañas políticas y usaron personal de FM para repartirlos, en la campaña por Recalde en la ciudad era común verlos en Cabildo y Lacroze. Esta misma mujer, a cargo de comunicaciones, es la que cuando había pescado en el comedor para todo el personal, a ella había que prepararle salmón. Y un auto oficial con chofer la llevaba y la traia a todos lados.
Los viajes al exterior por comisiones inventadas para empleados jerárquicos campora, convirtieron a FM en agencia de turismo, Paris, China, Israel para ellos y los científicos de carrera solo podían asistir a congresos a Uruguay
La directora de administración y auditoras puestas por Santiago Rodríguez, nombradas por decreto, se niegan a renunciar. Un caso clásico de nepotismo, una de estas mujeres, Laura Sarafoglu, es amiga de los padres de Rodríguez, estaba nombrada en Anses, y con licencia en ese cargo entro a FM. La otra, amiga de Rodriguez también, Nora Marques, hermana de quien está a cargo de abastecimiento de la fábrica, también nombrado en la administración de granos de la provincia de Buenos Aires, es decir el administrador de abastecimiento compraba y su propia hermana lo auditaba.
El director de producción, Carlos Vaca Arenza, está hoy, atrincherado en su despacho, negándose a renunciar y arengando a su gente a resistir. Durante su gestión se produjeron varias explosiones con un saldo de dos muertos, por la falta de experiencia de su gente para la manipulación de explosivos.
Los miembros de la agrupación campora, se reúnen por estos días en el segundo piso de la sede de Capital Federal de FM, donde no hay cámaras, para organizar esa resistencia.
Otras irregularidades son los sueldos de estas personas nombradas los últimos 4 años. Abultados y conformados por diferentes componentes de la liquidación del haber mensual.
Hay fantasmas que cobran sin existir y que ni se presentan a trabajar, y muchos de los nuevos nombrados, han sido ingresados con altas categorías, más un ingreso por contrato con universidades, como la Universidad Tecnológica Nacional y la Universidad de San Martin, entre otras, y un sobre en negro que no sabía de las cuentas de fabricaciones militares, pero sí de adelantos del 100 % de licitaciones otorgadas a amigos. Esos números eran manejados por la señora Laura Sarafoglu.
El sueldo bruto máximo de la categoría A 19 llega a los sesenta mil pesos, muchos jóvenes sin experiencia ni títulos, como la emperatriz, tenían esos sueldos y fueron nombrados en las categorías más altas, muchos son los que hoy quedaron afuera y resisten en la puerta de la sede de Cabildo 65, todos jefes que se llevaban el mundo por delante, maltratando a los viejos empleados.
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