El ARA Santa Cruz a mantenimiento
Por Ricardo Burzaco
Desde hace algunas semanas el submarino ARA “Santa Cruz” (SUSC) se encuentra amarrado cerca del syncrolift esperando que se lo saque del agua para ingresar al Astillero Alte Storni. Al submarino se le realizarán el cambio total de la batería (por ello tiene que estar en seco ya que el peso de la misma es el lastre de quilla), reparaciones menores en tanques de lastre, válvulas de casco y carena general. Para los trabajos indicados no se requiere del corte del casco resistente.
El tema del SUSC es que su vieja batería está muy degradada y por ello genera emanaciones de hidrógeno, gas muy peligroso que es explosivo en concentraciones elevadas. Estas concentraciones peligrosas se pueden dar en el compartimiento de batería dentro del sector más bajo de la nave y por ello hay que ventilarlo de manera permanente. La batería que posee el submarino fue instalada en el año 2000 cuando se le realizó la reparación de media vida en el Astillero de Río de Janeiro y la duración de la misma es de 7 / 10 años, observándose un decaimiento del rendimiento de la misma a medida que el tiempo transcurre.
El retraso en los trabajos de media vida del submarino “San Juan” (SUSJ), ocasionó la demora del ingreso del SUSC al astillero. Desde hace más de tres años esta nave no ha podido sumergirse por las emanaciones de hidrógeno y sólo ha realizado cortas navegaciones en superficie de manera de mantener con poca vida remanente de la batería para poder realizar la navegación desde Mar del Plata a Buenos Aires.
Las autoridades del Ministerio de Defensa deben ordenar el pronto ingreso del submarino al Astillero para dar inicio a los trabajos de retirar los 960 vasos de la batería para eliminar cualquier riesgo de la nave y su tripulación. Como en Argentina ya soplan vientos electorales, es visible el aceleramiento de los trabajos para terminar el “Alta Irízar” para llegar a las elecciones mostrando al rompehielos navegando. En cambio, los trabajos en el submarino no son espectaculares ya que no hay necesidad de cortar el casco y como insumirán no menos de dos años, este plazo supera las alecciones de 2015.
En los últimos días ha habido fuertes crecientes del Río de la Plata que hubiera permitido subir el submarino al Syncrolift, no obstante hay que reconocer que al Complejo Cinar (Astilleros Tandanor y Alte Sortni) no le sobra precisamente personal para atender a las naves privadas –que lo mantienen económicamente- al rompehielos, al submarino y demás trabajos que se observan en los gigantescos playones.
Es interesante aclarar que a las naves que se le realizan trabajos profundos requieren superar pruebas de navegación para quedar plenamente operativos. El submarino “San Juan” ha comenzado las mismas hace pocas semanas y con suerte le llevará algunos meses hasta que finalmente pueda volver a lanzar un torpedo, que sería algo así como “la frutilla del postre”. De manera similar el Alte Irízar, que requerirá de certificaciones internacionales (DNV) tendrá necesidad de realizar “pruebas de hielo” por lo que la pruebas de navegación deberán incluir navegaciones por hielos antárticos.
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