Noam Chomsky: Mi reacción a la muerte de Osama bin Laden
06 de mayo 2011
Podemos preguntarnos cómo sería la reacción si comandos iraquíes aterrizaran en el bunker de George W. Bush, lo asesinaran y tiraran su cuerpo en el Atlántico.
Por Noam Chomsky
Cada vez queda más claro que la operación fue un asesinato planeado, multiplicándose las violaciones a las normas elementales del derecho internacional. No parece haber habido ningún intento de detener a la víctima sin armas, ya que presumiblemente podría haberse hecho en un 80 comandos que enfrentaron prácticamente ninguna oposición, según ellos, de su esposa, quien se abalanzó hacia ellos. En las sociedades que profesan un poco de respeto por la ley, los sospechosos son detenidos y llevados a un juicio justo. Hago hincapié en sospechosos. En abril de 2002, el jefe del FBI, Robert Mueller, informó a la prensa que después de la investigación más intensa en la historia, el FBI no pudo decir más que el que cree que el complot se fraguó en Afganistán, aunque implementado en los Emiratos Árabes Unidos y Alemania. Lo que sólo creía en abril de 2002, es obvio que no sabía 8 meses antes, cuando Washington rechazó ofertas preliminares por los talibanes (la gravedad, no lo sé, porque fueron despedidos de inmediato) la extradición de Bin Laden cuando se presentaran con evidencia la cual, como pronto nos enterarnis, Washington no tenía. Así, Obama simplemente mentía cuando dijo en su declaración de la Casa Blanca, que rápidamente se enteró de que los ataques del 11/9 fueron perpetrados por Al Qaeda.
Nada grave ha ocurrido desde entonces. Se habla mucho de la confesión de Bin Laden, pero es algo así como mi confesión de que he ganado el maratón de Boston. Se jactaba de lo que él consideraba como un gran logro.
También hay mucho debate en los medios de ira Washingtons que a su vez elementos de Pakistán aún no ha a Bin Laden, aunque sin duda de las fuerzas militares y de seguridad estaban al tanto de su presencia en Abbottabad. Menos se dice acerca de la ira de Pakistán que los EE.UU. invadieron su territorio para llevar a cabo un asesinato político. El fervor anti-estadounidense es ya muy elevada en Pakistán, y estos eventos es probable que lo exacerban. La decisión de abandonar el cuerpo en el mar es ya, como era previsible, lo que provocó la ira y el escepticismo en gran parte del mundo musulmán.
Podemos preguntarnos cómo sería la reacción si comandos iraquíes aterrizaran en el bunker de George W. Bush, lo asesinaran y tiraran su cuerpo en el Atlántico. Indiscutiblemente, sus crímenes muy superiores a los Bin Laden, y no es un sospechoso, sino indiscutiblemente el decisor final dio las órdenes para cometer el crimen internacional supremo, que sólo difiere de otros crímenes de guerra en que contiene dentro de sí el mal acumulado del conjunto (citando el Tribunal de Nuremberg) para que los criminales nazis fueron ahorcados: los cientos de miles de muertos, millones de refugiados, la destrucción de gran parte del país, el amargo conflicto sectario que se ha extendido al resto de la región.
Hay más que decir acerca de [terrorista cubano de aerolínea Orlando] Bosch, que acaba de morir pacíficamente en la Florida, incluyendo la referencia a la doctrina de Bush de que las sociedades que albergan terroristas son tan culpables como los propios terroristas y deben ser tratados en consecuencia. Nadie pareció darse cuenta de que Bush estaba llamando para la invasión y destrucción de los EE.UU. y el asesinato de su presidente criminal.
Lo mismo con el nombre Operación Geronimo. La mentalidad imperial es tan profunda, a través de la sociedad occidental, que no se puede percibir que están glorificando a Bin Laden, mediante la identificación de él con valerosa resistencia contra los invasores genocidas. Su nombramiento como nuestras armas de asesinato después de víctimas de nuestros crímenes: Apache, Tomahawk Es como si la Luftwaffe fuera a llamar a sus aviones de combate Judío y Gitano.
Hay mucho más que decir, pero incluso los hechos más obvios y elementales nos dan mucho que pensar.
Copyright 2011 Noam Chomsky
Guernica
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