6-9-2010 | 97 hombres del Batallón de Infantería N° 5 hicieron su adiestramiento anual en nieve y hielo. También se instruyeron en supervivencia y patrulla en zona fría.
Los Infantes de Marina adquirieron y perfeccionaron técnicas de ski alpino, ski de fondo y raqueta. (Más fotos abajo)
USHUAIA - El Batallón de Infantería N° 5 (BIM5) establecido en Río Grande, Tierra del Fuego, bajo el mando del capitán de fragata Carlos Alfredo grande, concluyó el fin de semana su etapa de adiestramiento anual en nieve y hielo, en baja montaña y monte nevado.
El entrenamiento se llevó a cabo en el ámbito de Las Cotorras y cerro Castor, entre el 16 de agosto y el 4 de septiembre. Participaron 97 hombres de los 150 que integran el batallón. Asimismo, contaron con apoyo del Destacamento Naval Río Grande, en asistencia sanitaria, servicios generales y transporte. Y el Batallón de Infantería N° 4, emplazado en Ushuaia, lo hizo con equipamiento y elementos para las actividades en el terreno.
El adiestramiento fue rotativo para que cada hombre contase con las técnicas en ski alpino, ski de fondo y uso de raqueta. También, en construcción de refugios y patrulla en zona fría. Teniendo en cuenta la inexperiencia, la actividad de mayor exigencia fue el esquí alpino.
“El objetivo es que el hombre que se inició en ski logre un nivel medio, el intermedio se perfeccione y el avanzado logre la excelencia; de ellos surgirán los nuevos instructores para el siguiente año, teniendo en cuenta los cambios de destino”, afirmó el jefe de Operaciones, teniente de navío Sebastián Carrasco.
Por eso se destacó al cerro Castor un equipo por semana para instruirse en función de los siguientes niveles: inicial, medio y avanzado, partiendo de una base de 480 metros de altura sobre el nivel del mar.
La instrucción fue coordinada por el suboficial segundo comando anfibio Víctor Álvarez, responsable del seguimiento y evolución de los hombres en cada categoría: “Nos enfocamos en que conozcan el equipo que tienen que usar, en técnicas de desplazamiento y equilibrio con uso de tablas”, dijo respecto del grupo de nivel inicial.
Previo a cada instrucción y a modo de soporte teórico, se les brindó una charla sobre el uso correcto del material y de cuidados del cuerpo ante posibles lesiones, acompañado de una entrada en calor.
“Se apunta a que logren el control de las tablas en velocidad –comentó el suboficial Álvarez–. Se usa la técnica del ski alpino para aplicarla en ski de travesía y marcha, dado que en el terreno no hay pistas pero si tienen que atravesar un obstáculo y cumplir con la misión.”
Después de todo ese adiestramiento, los hombres del BIM5 están en condiciones de realizar ski de fondo y raqueta con equipo completo, un peso final de alrededor de 25 kilos, incluida el arma y la munición.
Supervivencia
En lo que respecta a la supervivencia, el objetivo fue realizar diversos refugios según la situación hipotética con la que podrían enfrentarse en una marcha; como por ejemplo una tormenta de nieve. La particularidad de la práctica estuvo dada por la limitación en la cantidad de nieve, ya que fue una temporada con pocas nevadas.
Ante este condicionamiento, se utilizaron ramas extraídas de la zona –para lograr mejor estructura– cubiertas con nieve. También se utilizaron cortezas y troncos ahuecados de árboles sepultados bajo la nieve. Según aclaró uno de los instructores, además del ingenio también es vital el tiempo en que se construye el refugio porque con cada minuto expuesto a la tormenta se pierde calor y se expone la vida. En una situación real hay que hacer un refugio en el menor tiempo posible para salvaguardar al grupo, conservar el calor y tolerar la inclemencia sin riesgo.
De esta manera y al final de tres semanas el batallón concretó la experiencia, obteniendo su capacitación en ski alpino, de fondo, desplazamiento con raquetas, tablas y refugios en la nieve.
Más fotos en la fuente:
http://www.gacetamarinera.com.ar/nota.asp?idNota=2203&idSec=7
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