miércoles, 18 de octubre de 2017

La vida civil en el verano de Corea del Norte

Las vacaciones de Kim Jong-un en Wonsan: playa, bares de karaoke y ejercicios de artillería

El líder del hermético país comunista está buscando inversores para desarrollar la ciudad sobre la costa del Mar de Japón como un polo turístico internacional. La zona alberga también uno de sus principales centros de prueba de misiles balísticos y artillería, motivo de severas sanciones de parte del Consejo de Seguridad de la ONU
Infobae


La ciudad de Wonsan se encuentra a unos 140 kilómetros de la capital de Corea del Norte, Pyongyang, y sobre la costa del Mar de Japón. Es un destino predilecto de los norcoreanos para pasar el verano en sus playas, pescar y relajarse que también es elegida por el líder supremo de Corea del Norte, Kim Jong-un.

El dictador está invirtiendo en la localidad de 360.000 habitantes para tratar de convertirla en un centro turístico internacional y un lugar de exposición de Corea del Norte ante el mundo. Rápido de reflejos, también planea desarrollar el sitio de pruebas de misiles desde el que ya ha lanzado 40 misiles y realizado numerosos ejercicios de artillería.

"Puede sonar desquiciado para los extranjeros que dispares misiles desde un lugar que buscas desarrollar económicamente, pero así maneja Kim Jong-un al país", dijo Lim Eul-chul, experta en economía de Corea del Norte en la Universidad Kyungnam en Corea del Sur, a la agencia Reuters.


Niños de escuela jugando en las playas de Wonsan (Reuters)

Los primeros planes para el crecimiento de la ciudad se anunciaron en 2014 y los panfletos para atraer inversionistas de la Corporación para el Desarrollo de la Zona de Wonsan (CDZW) ya superan las 160 páginas en coreano, chino, ruso e inglés.

Principalmente esto se debe a que el turismo es una de las últimas fuentes de ingreso y divisas internacionales con las que el régimen cuenta debido a las sanciones impuestas por las Naciones Unidas (ONU) para frenar su programa nuclear y de misiles balísticos, que en los últimos meses ha elevado la amenaza de una guerra catastrófica en la región.

Según los norcoreanos, Wonsan tiene un potencial de inversión que ronda los 1.500 millones de dólares en una zona de 400 kilómetros cuadrados en la que Kim Jong-un ya ha construido una pista de esquí y un nuevo aeropuerto.



También cuenta con 140 reliquias históricas, 10 playas, 680 atracciones turísticas, cuatro arroyos naturales, lagos y "más de 3,3 millones de toneladas de barro con propiedades terapéuticas para la neuralgia y la colitis", según uno de los panfletos citados por la agencia Reuters.

En este momento el régimen norcoreano está buscando inversores para una nueva tienda general de 7,3 millones de dólares, un desarrollo para el centro de Wonsan por 197 millones y una cancha de golf de 123 millones.

El golf ha sido desde hace tiempo un placer de los líderes de Corea del Norte, y aún despierta tanta admiración como desconfianza la famosa partida de Kim Jong-il, padre de Kim Jong-un, de 1994 en la que logró cinco hoyos en uno, según la agencia estatal norcoreana KNCA.


La banda Moranbong, el coro estatal y la compañía de teatro Wangjaesan realizan una presentación en Wonsan (Reuters)

A principios de 2016 el líder envió a 16 de sus colaboradores a la costa de España sobre el Mediterráneo para buscar ideas para Wonsan.

"Pudieron ver el resort Marina d'Or y el parque temático Terra Mitica e incluso filmaron ambos lugares", señaló un portavoz de la embajada de Corea el Norte en Madrid.

Pero por el momento la llegada de inversores no ha sido fácil debido a las sanciones impuestas por el Consejo de Seguridad de la ONU que han contado incluso con el apoyo de China y Rusia, antiguos benefactores de Pyongyang.


Una familia norcoreana en la playa (Reuters)

Bajo las medidas de castigo el comercio con el país está muy limitado, y en especial las inversiones en el país están prohibidas.

Pero Kim Jong-un sigue teniendo fe en su proyecto, con el que espera mejorar las condiciones de una población con serias carencias y que depende del mercado negro para abastecerse.

Corea del Norte es un país comunista y una sociedad militarizada donde el ejército, uno de los más grandes del mundo, absorbe una gran parte de los recursos, más que en cualquier país del planeta. La estrategia se llamó durante décadas "songun" y se basaba en poner a las fuerzas armadas al tope de prioridades a la hora de recibir recursos.

Pero Kim Jong-un inauguró en 2013 su nueva política "byungjin", que plantea el desarrollo en paralelo de las fuerzas armadas y la sociedad civil.


El líder norcoreano Kim Jong Un de visita en Wonsan (Reuters)

Esta es una de las razones por las cuales el líder busca enérgicamente un programa de armas nucleares con el que espera poder reemplazar armas convencionales muy costosas, como su extensa artillería, según reportó Thae Yong Ho, ex vice embajadora norcoreano en Londres que desertó en 2016.

Los proyectos de desarrollo turístico con inversión internacional, como Wonsan, son otra de sus ambiciones con el objetivo de atraer más recursos para la población civil, aunque paradójicamente encuentra dificultades debido a las sanciones generadas en respuesta al programa nuclear.

"Kim Jong-un sabe que sólo puede controlar a la sociedad y garantizar su liderazgo si aumenta su rol en la economía", dijo Thae Yong-ho a Reuters.

¿Pero cuántos turistas visitan hoy el hermético país y cuántos podrían querer hacerlo en el futuro?


El mayor ejercicio de artillería en la historia de Corea del Norte, realizado en abril en Wonsan (Reuters)

No existen estadísticas oficiales, pero China informó que 237.000 de sus habitantes, los más adeptos a visitar Corea del Norte, cruzaron la frontera en 2012, el último año en que se publicaron las cifras. En el mismo período 8 millones de chinos viajaron a Corea del Sur.

De acuerdo al think tank surcoreano Korea Maritime Institute, los turistas le reportan a Pyongyang unos 44 millones de dólares al año y en un 80% son chinos.

La CZDW es optimista y buscar atraer más de un millón de turistas al año a Wonsan en el corto plazo y entre 5 y 10 millones en el futuro próximo.

Pero las playas sobre el Pacífico tienen otro uso que podría entrar en conflicto con el proyecto turístico. En abril de esta año Kim Jong-un lideró el ejercicio de artillería más grande en la historia del país, con "300 cañones autopropulsados de gran calibre" disparando desde la arena blanca de Wonsan contra objetivos en una pequeña isla a 3 kilómetros de distancia.




Un ejercicio de lanzamiento de cohetes desde las playas (Reuters)

La región es además sede de uno de los centros de lanzamiento y prueba de misiles balísticos, en especial del Hwasong-10 de mediano alcance, que este año fue disparado en dirección a Japón y cayó en aguas internacionales.

Wonsan tiene una gran importancia política para el régimen, ya que es el lugar donde Kim Il-sung, abuelo del actual líder, fundó la República Popular Democrática de Corea en 1948.

Por eso Pyongyang no está del todo preparado para que los desarrollos turísticos, el ambiente inusualmente relajado en el que norcoreanos juegan al billar, pasean bajo el sol y visitan bares de karaoke con el suministro eléctrico asegurado (algo que no ocurre en el resto del país), resten a la épica de este país totalitario.

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