Redacción BBC
Miles de personas cobran un sueldo del Ejército sin estar cumpliendo con sus funciones.
El ejército de Irak pagaba las nóminas de hasta 50.000 soldados que no combatían en sus filas. Se les conocía como "soldados fantasma" y se trataba de personas que no existían o que ya no formaban parte del Ejército.
El anuncio lo hizo el primer ministro del país, Haider al-Abadi, quien dijo que el gobierno ha dejado de pagar esas nóminas.
Las palabras de Abadi fueron acogidas con vítores por parte de los parlamentarios. El primer ministro reconoció que es probable que nuevas investigaciones revelen "más y más" casos de fraude.
Los datos son el resultado de una investigación preliminar realizada en las últimas semanas.
Los 50.000 nombres incluyen soldados que han desertado o que murieron en enfrentamientos recientes, informó la agencia AFP.
"Hay dos tipos de fadhaiyin", explicó un experimentado oficial de las fuerzas armadas, usando una palabra que se traduce literalmente como "hombres del espacio", y que se refiere a los soldados ficticios.
"El primer tipo: cada oficial puede tener hasta cinco guardas. Se queda con dos, manda a tres a sus casas y se apropia de un porcentaje pactado de sus salarios", dijo este oficial citado por AFP.
"El segundo grupo, y el más numeroso, funciona al nivel de los brigadistas. Un comandante de brigada suele tener 30, 40 o más soldados que se quedan en casa o no existen", explicó.
Según el diario estadounidense The Washington Post, los soldados nuevos cobran unos US$600 al mes, por lo que Irak habría estado gastando, como mínimo, unos US$380 millones al año en soldados que no existían.
Estado Islámico
No es la primera vez que salen a la luz prácticas corruptas en el ejército de Irak.Corresponsales de la BBC dicen que la extendida corrupción es una de las razones por las que el Ejército iraquí está mermado a la hora de enfrentarse con Estado Islámico (EI).
Pero hay otro problema igual o más grave que la corrupción, según Haddad Salih, productor de la BBC en Bagdad.
La corrupción está extendida en el Ejército de Irak.
"No hay entre los soldados ningún sentimiento patriótico", dice Salih. "Nadie está dispuesto a morir por el país", añade.
Según Salih, la mayor parte de los soldados están en el ejército solo por dinero, así que si ven una oportunidad de no participar, no lo hacen.
"Las sanciones no son tan estrictas como en la etapa de Saddam Hussein. Los soldados saben que pagando la mitad del salario a sus superiores pueden quedarse en casa o hacer otros trabajos".
El problema afecta de lleno a Estados Unidos, que invirtió más de US$20.000 millones en las fuerzas armadas iraquíes desde la invasión del país, en 2003, hasta la retirada de tropas en 2011.
"Nadie está dispuesto a morir por el país"
Haddad Salih, productor de la BBC en Bagdad
Además, el Pentágono necesita US$1.200 millones para entrenar y equipar al ejército iraquí el próximo año.
Al-Monitor, una web de información sobre Oriente Medio con base en Washington, entrevistó recientemente a Mohammed Othman al-Khalidi, que fue miembro del parlamento iraquí.
Khalidi opina que los soldados fantasmas "fueron una de las razones del sorprendente colapso del Ejército iraquí frente a Estado Islámico en Mosul".
Mosul es la segunda ciudad de Irak y fue tomada por EI el 10 de julio, tras la retirada de las tropas iraquíes.
30.000 soldados huyeron de unos centenares de combatientes, dejando en el lugar vehículos y armas.
Debido al problema de los soldados fantasma, las autoridades tuvieron que recurrir a milicias armadas, opina Khalidi.
El primer ministro Abadi dice que quiere atajar los problemas de corrupción.
El exparlamentario calcula que alrededor del 30% de los soldados son "fantasmas".
Un presentador de TV y reportero le explicó a Al-Monitor que el objetivo de los acuerdos entre soldados y sus superiores es que los soldados no vayan a trabajar y le den a sus jefes la mitad de sus salarios.
"Luego se ponen a trabajar de taxistas o en cualquier otra profesión", dijo.
En el mismo artículo, sin embargo, Qasim Mozan, periodista del diario iraquí Al-Sabah, cree que estos datos son una exageración y que el problema ya existía antes de 2003, cuando fue derrocado Saddam Hussein.
El primer ministro Abadi destituyó o pasó a situación de retiro prematuro a más de 30 oficiales militares a principios de noviembre.
La medida estaba orientada, al igual que la investigación sobre los soldados fantasma, a profesonalizar el ejército y erradicar la corrupción.
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